El ransomware no da tregua. Según el Consumer Threat Landscape Report de Bitdefender, este tipo de ciber-delito creció 485% durante 2020 y 1 de cada 3 ataques tuvo como objetivo una víctima en América Latina.
En los primeros meses del 2021 hemos casos de muy alto perfil, como el de Colonial Pipeline que dejó sin gasolina al noreste de Estados Unidos o el de JBS el gigante brasileño de procesamiento de carne que vio sus operaciones en Estados Unidos y Australia suspendidas por un ataque que bloqueó sus sistemas productivos.
En ambos casos las compañías pagaron a los ciber-delincuentes para poder reanudar operaciones. Colonial Pipeline pagó $4 Millones de dólares mientras que JBS pagó $11 millones de dólares.
La pregunta importante que me hago es..
¿Saben estas compañías que el 80% de las víctimas que pagan vuelven a sufrir al menos otro ataque?
La cifra viene del más reciente estudio de Cybereason, el cual tiene otros datos interesantes y puede descargar gratuitamente del link. Y es que aunque es entendible el afán por recuperar la información y el acceso a los sistemas productivos, quienes pagan sólo le demuestran a los ciber-delincuentes que están lejos de estar preparados y no tienen otra opción que pagar, mostrándose como una presa fácil.
Así que piénselo antes de ceder a la pretensiones de los ciber-delincuentes.
