Hace días hablamos de cómo ha envejecido el Samsung Galaxy Flip, el teléfono plegable de la marca coreana que salió en 2020 y que fue el primer clamshell que presentaron en el mercado. Tres años después, es increíble, pero ya estamos llegando a la quinta versión de este teléfono. Como usuario de todos los modelos que han salido hasta el momento, puedo contarles cómo ha cambiado toda la línea Flip y, sobre todo, qué es interesante y nuevo en este nuevo Galaxy Z Flip 5.
Diseño y Funcionalidad
Desde el día 1, el Flip se ha posicionado como un accesorio de moda. Siempre ha apuntado a un público más joven que se siente atraído por el diseño y busca algo más interesante que la imagen corporativa que tiene, por ejemplo, el Z Fold.
Una de las cosas más interesantes de esta línea es que, desde su primera generación, integra el mismo procesador que el Z Fold y el Galaxy S del año. Esto es relevante, ya que otras ofertas de teléfonos plegables con este formato normalmente incluyen un procesador de gama media, lo cual no ocurre con el Z Flip.
Si tuviera que comenzar en algún lugar para describir la evolución de la línea Flip, sería por su parte exterior. La pantalla exterior, de hecho.
El primer Z Flip tenía una pequeña pantalla que permitía ver la hora, previsualizar algunos mensajes de texto o correos que llegaban e incluso usar las cámaras frontales para tomar selfies. Era un espacio pequeño pero versátil.
Luego llegaron el Z Flip 3 y el 4, con un diseño mucho más recto y una pantalla frontal más grande, pero que podríamos decir que estaba limitada tanto en las opciones de visualización como en la interacción.
En el Z Flip 5, encontramos lo que podríamos llamar una verdadera pantalla externa. De hecho, Samsung la llama “Flex Window”, porque ya no se trata solo de un espacio de visualización, sino también de uno de interacción. Me gusta mucho, por ejemplo, el hecho de poder responder mensajes de WhatsApp sin necesidad de abrir el teléfono.
Los widgets que se pueden agregar, como el clima, la agenda o la reproducción de música, aumentan aún más la versatilidad de esta pantalla.
Hasta este punto, uno podría decir que hay cambios estéticos o de acabados en el Z Flip, pero queda la duda: ¿vale la pena actualizar desde un Z Flip 3 o 4, por ejemplo?
La respuesta es sí. La pantalla exterior es apreciable y está muy bien, pero donde realmente hay un salto inmenso en prestaciones es en el procesador. Ya hemos hablado de este tema en la reseña del S23 Ultra. El Snapdragon 8 Gen 2 For Samsung es una belleza, y no solo en términos de potencia, sino también en términos de batería, un punto en el que, dado el diseño del teléfono, la serie Flip siempre se quedaba un poco corta. Y claro, no es que ahora, por arte de magia, tenga la duración de batería del S23 Ultra, que es un teléfono mucho más grande, pero definitivamente se nota la mejora con respecto al modelo anterior.
La otra razón de peso es que ahora el almacenamiento mínimo del Z Flip es de 256 gigabytes, no de 128 como en modelos anteriores, y que la bisagra ahora ofrece un cierre casi perfecto.
¿Y qué hay de las cámaras? Bueno, de eso hablaremos pronto en una siguiente nota.
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Andrés Felipe Sánchez