La metadata, son los datos que generamos cuando usamos “la tecnología”, cuando nos conectamos. Y no hay nada más árido que los datos, y nada más importante que las cifras para casi cualquier decisión de la vida. Ultimamente, vivo fascinada con las herramientas que convierten los datos fríos en maravillas visuales, que hablan y sobretodo que comunican: que dicen y que muestran.
Hace poco escuchando radio comentaban sobre el uso de la “metadata” para determinar patrones de comportamiento. Esto por supuesto a propósito de los escándalos de espionaje de la agencia americana de seguridad NSA. El periodista quiso ir un poco más allá del debate político y se encontró con lo que yo llamo “magia”. El reseña en su artículo como crear una “visualización” de la metadata a partir de su cuenta de correo, de gmail más específicamente. El proyecto se llama Inmersion y tiene cuatro objetivos: i) reflexionar sobre con quienes nos comunicamos, ii) ser arte porque visualmente parece un Miro, ¿o será un Klee?, iii) analizar nuestra privacidad y iv) ser estratégico.
Mientras esperaba que el servidor me permitiera introducir mi cuenta de correo, me puse a husmear un poco el sitio y quienes son los “genios/locos” detrás del mismo. Me encontré con tres personajes y fui directo al vínculo del latino, es un investigador chileno que usa el poder de la web para entre otras cosas recolectar información y experimentar con la misma. Reseña cuatro proyectos en los que está participando:
1. Participie: Es “una plataforma que permite compartir opiniones sobre distintos temas, utilizando datos de conocimiento público. En esa plataforma ud y sus amigos pueden cambiar por ejemplo la repartición de los rubros presupuestales. También pueden armar debates informados.
2. El observatorio de las complejidades económicas: En un solo sitio se pueden encontrar los productos según dos tipos de clasificación internacional y los países. Y uno básicamente solo tiene que cruzar los datos que quiere ver. Lo maravilloso de esta herramienta es que no no tiene que buscar los datos, ni manipularlos. El resultado: una infinidad de visualizaciones relacionadas con el comercio internacional.
3. Lugar, pulsar: Usando metodologías de “crowdsourcing” y fotos de distintos espacios urbanos reales, de ciudades como Nueva York o Bangkok, los investigadores quieren entender como se perciben los distintos lugares. Además los más “lanzados” pueden cruzar las fotos con “datos” como los índices de criminalidad.
4.HuDiNe: Está es una herramienta llena de información sobre enfermedades y como se inter relacionan entre sí. Permite crear diferentes tipos de correlaciones etc etc. Acá no me expando mucho porque en realidad no sé nada de temas de salud. Pero la cantidad de datos que tiene y sus posibilidades son infinitas.
5. Cambridge Nights: Es una maravillosa práctica pedagógica. Acá están recogidos los vídeos que han hecho los estudiantes de Hidalgo. Todos los atributos de estudiantes del siglo XXI juntos.
Estas herramientas y similares son el futuro de la política pública, del periodismo y de la innovación tecnológica. Digo de la política pública porque es con estas herramientas que los llamados “hacedores de política” (policy makers) van por fin ver los temas desde distintas perspectivas. Además porque les permite acercarse a sus electores de verdad, verdad. Esperemos que salgan pronto “al aire”.
También son el futuro del periodismo porque ayudarán a los periodistas que en general son alérgicos a los números a entender los números, a fiscalizar los datos y a pedirlos. El gobierno abierto dejará de ser un concepto teórico sólo aplicable en algunos países y se volverá cada día más una realidad. Para terminar, estas herramientas ofrecen unas posibilidades infinitas para aprender y enseñar y para mostrar el poder de los datos.
Mientras tanto sigo esperando que cargué el servidor para ver el “metadata” de mi cuenta de correo electrónico.