Según la consultora especializada Strategy Analytics, el consumo de datos móviles crecerá un 300% en los próximos 4 años. En específico, el tráfico de mayor crecimiento estará concentrado en video y navegación. La tendencia demuestra el porqué de la preocupación de los prestadores de servicio de internet (ISP), respecto a los planes de datos ilimitados. Al ofrecerlos, los ISPs estarán dejando en la mesa una buena tajada del crecimiento natural de su mercado.
Como consumidores, necesitamos que la regulación avance al mismo ritmo en que la sociedad acoge al internet como un servicio de primera necesidad. Finalmente de aquí a 3 o 4 años podríamos estar hablando del punto de contacto mas importante entre el estado y los ciudadanos y entre ellos mismos. Por las conversaciones que se escuchan y leen en los medios, pareciera que los reguladores tienden a tratar la conectividad de datos como cualquier otro servicio público básico, digamos el agua y la electricidad. Este es un error craso. El consumo de datos tiene una diferencia fundamental de magnitud con estos servicios.
Si bien la decisión de consumir es claramente del usuario, la magnitud del consumo depende del proveedor del contenido mas que del consumidor del mismo. Déjeme tratar de explicar este último concepto un poco mejor. Cuando consume agua, gas o electricidad, ud., como usuario, está en completo control de la llave. Ud. sabe de antemano que si se baña largo consumirá mas agua, que si cocina a fuego alto consumirá mas gas, o que si mantiene funcionando un aparato eléctrico por un largo rato, pues consumirá mas electricidad. El consumo de datos depende en una gran medida de la eficiencia con la que los programadores y proveedores de la información hayan diseñado el contenido, de manera que el intercambio de información se minimice. Websites con mucho contenido gráfico tienden a ser mas pesados, es decir que requieren bajar una mayor cantidad de datos para leerlos, pero eso ud. no tiene como saberlo antes de ingresar. No estoy ni siquiera teniendo en cuenta los intercambios de información que suceden sin que ud. se entere. Podría darse el caso exagerado en que ud. termina pagando por el consumo de datos “extra” que usa alguien para espiarlo. La realidad es que al restringir la cantidad de datos que puedo bajar como usuario, termino también restringiendo la experiencia de usuario.
¿Quién protege al usuario de que un servicio en línea, digamos Facebook, aumente el contenido gráfico de su website o aplicaciones, de manera que ud. tenga que pagar mas por el mismo contenido? ¿Quien lo protegerá de que haya un acuerdo secreto entre el operador de internet y el proveedor de contenido para aumentar su consumo de datos y repartirse ese “extra” de manera premeditada? ¿Porqué tendría ud. que pagar “extra” si yo decido usar una fotografía mas grande en mi artículo de TECHcetera? Estas son algunas de las preguntas que debe resolver la regulación y debe hacerlo muy pronto.
