Microsoft lanzó ayer una nueva versión del Surface. Dejemos claro que el nuevo Surface no es un dispositivo novedoso, hemos visto híbridos desde hace ya varios años. Lo interesante del lanzamiento, es que demuestra que Microsoft tiene una visión muy particular del mercado de la tecnología, y es muy diferente a la que visualizan compañías como Apple o Google.
Recordemos que el dominio de Microsoft está sustentado sobre la base del mercado empresarial. Microsoft ganó por goleada la guerra de los PCs porque entendió rápidamente el mercado, y ajustó su oferta para atender las necesidades particulares del mercado corporativo. Windows y Office venían preinstalados en computadores poco diferenciados y de muy bajo costo. El dominio del mercado de consumo, llegó por añadidura. En ese momento el factor crítico de compra en el mercado de consumo era la compatibilidad con Microsoft Office.
Sabemos que el mercado cambió. Hoy hay una diferencia estructural entre el uso corporativo y el uso personal de la tecnología. Los consumidores están recibiendo mas rápidamente los avances tecnológicos que las empresas. Esto ha causado que los usuarios empiecen a llevar su tecnología personal al ambiente corporativo, liberándose de las experiencias de usuario mediocres ofrecidas en el ambiente empresarial.
Microsoft está apostando a los híbridos, o mejor a la comodidad de tener un solo dispositivo, que sirva tanto en el ambiente personal como en el ambiente corporativo. Su expectativa es que los compradores usen el Surface 3 como tablet en casa y como computador en la oficina. Todo esto funcionando bajo una misma interface, Windows 8, pero usando diferentes aplicaciones en cada contexto. No puedo decir en este momento que sea una aproximación correcta o equivocada. Todo dependerá de la capacidad de Microsoft para ejecutarla.
En una de las últimas presentaciones de Apple, tal vez fue la del iPad, Tim Cook dejó claro que su estrategia está sustentada en 2 dispositivos separados. iPad/iPhone para consumo de información, Mac para producirla. La diferenciación es tan marcada, que inclusive los sistemas operativos de uno u otro dispositivo son diferentes. Y aunque hay una cierta tendencia hacia la convergencia, pareciera estar concentrada en el diseño de la interface, mas que en su funcionalidad.
Hace un par de años intenté consolidar mi caso de uso en un solo dispositivo. Tras un inicio promisorio, tuve que abandonar mi aproximación. Era demasiado difícil producir información en el iPad. Mi actual configuración es la combinación de Macbook Air y iPad. Llevo 2 años usándola sin ningún contratiempo.
Desde luego que se siente algo incómodo llevar dos dispositivos separados. Pero no estoy seguro de que la consolidación en un solo dispositivo resuelva los problemas. Mas que en el dispositivo, para mi, la clave está en la interface. Es diferente mi actitud hacia el dispositivo cuando estoy en modo consumo, que cuando estoy en modo producir. Y no necesariamente es un problema de adicionar un teclado a la ecuación. No quiero leer artículos y documentos en Word, me gusta Instapaper. No quiero escribir notas en Evernote, me gusta Drafts.
No pretendo hacer juicios sobre la actitud de los usuarios. Creo que Microsoft quiere posicionar el Surface 3 como competidor de ambos iPad y Macbook Air. Y pienso que se equivocan, el Surface 3 no logra ser ni lo uno, ni lo otro. Quienes compran un iPad, lo hacen en gran parte por iOS, su factor de forma, su mercado de aplicaciones y la duración de la batería. Quienes compran un Macbook Air lo hacen por la combinación de factor de forma y sistema operativo. Microsoft tal vez no ha querido aceptar que Windows 8 no ofrece lo que los usuarios quieren y piensa que es un problema de diseño del dispositivo. No lo es. El problema es Windows 8. Si pudieran desarrollar 2 sistemas operativos, o el sistema operativo se comportara diferente de acuerdo al uso, tal vez tendríamos un dispositivo ganador.
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