“Por fin!!” Esa parece ser la consigna de la mayoría de fanáticos de Xbox ante la buena noticia de que el próximo martes 2 de Septiembre el Xbox One llegará (oficialmente) a Colombia. Y es que no es para menos. Casi un año después de su lanzamiento en Estados Unidos y 9 meses más tarde que la llegada de la competencia al país, Microsoft presenta su consola de nueva generación en Colombia.
El Xbox One estará disponible en 2 presentaciones, con y sin Kinect (mas abajo hablaré de este tema): sin Kinect su precio será de $1,199,000; con Kinect, $1,499,000. En ambos caso la compañía está incluyendo 3 juegos.
Hablemos de lo Bueno
El Xbox One es una Nave de aparato. Las gráficas, la velocidad de procesamiento, la interfase, las aplicaciones, el multitasking, la opción de compartir sus videos de juego (los de su gameplay), la experiencia de segunda pantalla con Smart Glass (el cual está disponible para varias plataformas móviles), el poder del Kinect y los juegos la convierten en una súper alternativa.
Hablando de juegos, estos son los títulos exclusivos de Xbox One que recomendaríamos a cualquiera:
Hace ya casi uno año hicimos nuestra Primera Vista y nuestro Review del Xbox One, el cual pueden ver siguiendo los links. De igual forma hicimos nuestra evaluación de Titanfall, un juegazo! Al review de la consola habría que añadir que Kinect ya funciona perfectamente en Español, que han llegado 3 actualizaciones al sistema operativo (una de ellas justo ayer) con las que se ha mejorado la navegabilidad, la estabilidad y el contenido y que han salido muchísimos más juegos de los que originalmente estaban disponibles, aunque será hasta el próximo mes cuando empecemos a ver los nuevos títulos presentados en el E3 de este año.
El Gran Reto
Ahora bien, el reto que tiene el Xbox One es gigante. A nivel mundial se estima que Microsoft ha vendido un poco más de 5 Millones de unidades. Esto en comparación con Sony que ha aceptado públicamente que no sabe de dónde han venido las ventas de su PS4, las cuales han sobrepasado las 10 Millones de unidades, y que han llevado a Microsoft ha replantear su estrategia de venta, en especial con lo relacionado con el Kinect.
El que fuera hace un año el gran diferencial entre las dos plataformas ha sido bajado a la categoría de “accesorio”, a pesar de que los ejecutivos de la compañía y aquellos que lo hemos usado extensivamente hacemos hincapié en su poder y en las ventajas que ofrece. La idea es sencilla: un Xbox One sin Kinect puede ser vendido al mismo precio que un PS4 y ahí la competencia será de tú u tú (hasta Junio el Xbox era USD 150 más caro que el PS4 por la inclusión del Kinect).
Microsoft resalta los más de 40 millones de usuarios de Xbox Live como una de las grandes ventajas de la plataforma, lo que nos lleva al segundo reto: una de las variables más importantes de compra de una consola tiene que ver con la comunidad. No es un secreto que aquellos que jugamos preferimos jugar con nuestros amigos y por ende la decisión de X o Y consola es una decisión conjunta en la que pesa ampliamente cuál consola tienen (o están comprando) los amigos.
Es ahí donde viene el segundo reto para Microsoft, en especial en regiones como Colombia en las que durante más de 9 meses los gamers han podido adquirir la consola de la competencia localmente. Qué decirle a un usuario que hoy puede comprar el Xbox One pero cuyo círculo de amigos y conocidos, aquellos con quienes juega (o quisiera jugar) en línea, ya adquirieron la consola de la competencia?
La compañía ha dicho que el proceso de preventa, que comenzó hace un par de meses, ha sido un “éxito” pero no ofreció cifras que nos permitan evaluar su real impacto. Tampoco pudimos conocer los planes de apoyo al desarrollo local de juegos de tipo independiente, algo en que la competencia ha invertido tiempo y dinero.
El Xbox One tiene el hardware; tiene el software y tiene el contenido para competir; Microsoft tiene la plata para hacer publicidad y tiene una oferta interesante al empaquetar 3 juegos con la consola. La gran pregunta es si los usuarios le cobrarán a la compañía el año de espera o si por el contrario la compañía verá un despegue positivo en el país.