He notado que la experiencia de uso de las principales redes sociales se deteriora rápidamente. Habrá notado que con cada vez mayor frecuencia aparecen avisos que interrumpen el flujo de información en el feed de su red social preferida. Es claro que las empresas dueñas de las redes sociales necesitan encontrar una fuente estable de ingresos. Es la contraprestación que exigen los socios y accionistas por su inversión. La consecuencia de cumplirle a los accioniostas, como suele suceder, termina afectando la experiencia de los usuarios.
Facebook ads, Instagram ads, Promoted Tweets, Buyable Pins, prácticamente todas las redes sociales están implementando una u otra forma de interrumpir la experiencia con avisos. Es una versión moderna y actualizada de las propagandas que ya interrumpen la televisión o la radio. No es un problema de bueno o malo. Es una realidad que tenemos que aceptar si queremos disfrutar de las ventajas de las redes sociales sin desembolsar un centavo.
Todos los operadores de redes sociales, sin excepción, aseguran haber diseñado un algoritmo que elige los avisos de acuerdo a la relevancia que los mismos tienen para cada persona. Con toda la sinceridad del caso. Es muy posible que los genios más brillantes del planeta tierra y sus alrededores, hayan diseñado estos algoritmos. Desde mi perspectiva es evidente que no funcionan. Mis feeds están repletos de posts patrocinados que poco o nada tienen que ver con mis intereses. Para la muestra tres avisos que salieron en mis feeds hoy. Ninguno tiene interés alguno para mi. Las causas son multiples. Puede ser que las redes sociales no han logrado entender mis intereses. Puede ser que los anunciantes que han reclutado estas empresas ofrecen servicios o productos muy alejados de mis necesidades. Yo le echo la culpa a una tecnología que promete mucho, pero que entrega muy poco.
En el entretanto los nuevos canales de entretenimiento sufren de los mismos problemas de los viejos canales. La promesa de expereincia de la television por cable se deterioró al punto que hoy no hay ninguna diferencia con la televisión abierta. Las páginas de internet tienen tantos o mas avisos que ocupan mas espacio que los avisos de los periódicos y revistas de la vieja era. Los avisos, por demás, son igualmente irrelevantes en ambos casos. En apariencia lo único que sucedió es una desmaerialización física y una dinámica mayor. La promesa, pienso yo, se incumplió completamente.