No nos digamos mentiras, no hay teléfono perfecto. Ocasionalmente sufrimos por algo que nos hubiera gustado fuera mejor, algunas veces se trata de la batería, otras tantas de la cámara y siempre hubiéramos querido algo más de espacio de almacenamiento.
Y es que comprar un Smartphone se parece un poco a comprar un CD, hay algunas canciones que nos gustan, otras tantas que no. Pero ¿qué pasaría si la experiencia se pareciera un poco más a crear una lista de reproducción en Spotify?. Las implicaciones serían grandísimas, algo como la obsolescencia programada sería cosa del pasado, los componentes podrían irse modernizando a medida que se fueran necesitando o saliendo nuevas versiones y cada uno podría diseñar su teléfono de acuerdo a sus necesidades, quizás una batería más grande, una mejor cámara o mayor memoria, las posibilidades son muchas. Ni hablar del impacto económico y ambiental que esta forma de hacer las cosas tendría, actualmente cualquier daño en un dispositivo puede llevar a su cambio total, no precisamente la opción más ecológica del mundo.
Ya desde hace algunos años Google presentó su proyecto ARA en el que nos mostró un futuro 100% modular, se compraba una placa base y de ahí cual LEGO (o Estralandia para los más ochenteros), se conectaban los componentes que se desearan. Muy interesante la idea, pero desde el principio fue claro su mayor reto, el éxito del programa dependía enteramente de su capacidad de convencer a distintos fabricantes de crear partes compatibles con la placa madre tarea para nada sencilla.
Ahora ya en 2016 comenzamos a ver las primeras propuestas serias de esta nueva forma de hacer smartphones. Por un lado, LG sorprendió con el LG G5, que tiene un diseño modular y es capaz de intercambiar tres accesorios, una batería de mayor capacidad pensada para largas jornadas de fotografía, un parlante con sonido de 32 bits y una cámara 360, una propuesta ambiciosa que ha dado mucho de que hablar.
De otra parte, hace poco se filtraron imágenes de Motorola que nos muestran las propuestas de sus “chaquetas”, simplemente accesorios que se podrán conectar a las partes traseras de sus nuevos Moto Z y Moto Z Play, el enfoque parece ser similar al de LG, batería, sonido y cámara como adicionales (al parecer dependeremos mucho más de las micro SD para la memoria).
Estos son unos interesantes primeros pasos; sin embargo, aún falta mucho para llegar a la promesa de ARA y definitivamente se necesita que los fabricantes de componentes se decidan por la fabricación modular de componentes, ¿Será lo modular una moda pasajera o el futuro de la tecnología?
Andrés Felipe Sánchez
@innovandres