Vender smartphones no es negocio. Por lo menos no para el 99% de los fabricantes (sabía que hay mas de mil?) que sencillamente, e independientemente de la cantidad que vendan, no obtienen utilidades del negocio.
Según datos de Strategy Analytics en el 2016 Apple se hizo al 79% de las utilidades operativas del sector, seguido de Samsung con un 14.6%. El otro 6.4% se lo repartieron Huawei y Sony mientras que la gran mayoría de las compañías reportaron pérdidas operativas.
El caso de Sony es bien interesante. Como parte de su reorganización organizacional la compañía eliminó una gran variedad de smartphones de su portafolio y gracias a esa simplificación su margen operativo volvió a ser positivo.
Hace unas semanas, con el lanzamiento del Galaxy S8 (el que hasta hoy sigue siendo el mejor smartphone disponible en el mercado), hablaba de como la gama alta se ha dividido en 2: la tradicional gama alta y una gama premium, reservada para un público para el cual el precio no es problema. Una gama en la que las utilidades por unidad vendida son altas y ayudan mucho al bottom line de las compañías.
Y coincidencialmente en las últimas semanas he venido leyendo como otros fabricantes, además de Sony, han tomado la decisión de enfocarse en esa gama premium con apuestas interesantes:
- Está Sony con su Experia ZX Premium
- Está Lenovo que ya anunció su foco en el mercado high-end a través de Motorola
- Está Andy Rubin, el creador de Android, que lanzó esta semana su Essential Phone
- Está LG que pareciera estar listo a lanzar (este mismo mes) dos variaciones de su G6 – el G6 Plus y el G6 Pro
- Y claro, está Apple que según los rumores podría estar planeando 3 versiones de iPhones al terminar el verano.
El mercado de Smartphones es ya un mercado maduro en la mayoría de los países. Es un mercado en que el usuario entry-level ya probó (y le quedó gustando). Es un mercado en el que los usuarios quieren más especificaciones técnicas y mejores experiencias. Es un mercado cada vez mas competido.
Pero la gama premium – diferente a la gama alta – es un mercado en el que pocos compiten de verdad. No es un tema de precio ni de (solo) especificaciones técnicas. Es un tema aspiracional, de marca, de status. Una gama en la que hay pocos compradores (aunque cada día aumentan) pero son compradores que pagan bien.
Por eso, todos quieren ir por la Premium.