Hablaba ayer con mi amigo Luis Quevedo sobre cómo oímos cada día más sobre el “Big Tech”. Ese conjunto de compañías de tecnología que en menos de 15 años se han convertido en las protagonistas de la economía y de nuestras vidas.
El “Big Tech” ha entrado al vocabulario de la gente así como lo hicieron el Big Tobacco, el Big Oil y el Big Pharma en su momento. Un adjetivo medio belicoso, agresivo y hasta asustador sobre el que hoy se ataca a la industria desde diferentes frentes.
Lo cierto es que solo hay que mirar los indicadores de las diferentes bolsas de valores donde transan estas compañías y las posiciones que allí ocupan, el tamaño de las reservas de “Caja y Disponible” que estas presentan en sus balances o el nivel de utilidades que reportan trimestre tras trimestre para entender por qué hoy son el blanco de las miradas de otros sectores de la economía que los envidian y les temen.
Sólo hay que mirar el nivel de influencia que tienen sobre nuestras vidas, la cantidad de información que han recogido de nuestros gustos e intereses, de los sitios que frecuentamos (físicos y en linea) y de nuestras actividades, y analizar el trabajo que hacen los algoritmos de inteligencia artificial utilizando esos millones de puntos de información para entender por qué muchos ya hablan de una distopia.
Vean a Zeynep Tufeki hablando un poco del tema:
Y solo hay que darse cuenta de la manera (tan efectiva) en que algunos pocos han logrado utilizar esas herramientas para manipularnos, para guiarnos hacia un fin que no conocemos, para cambiar el rumbo de elecciones y para radicalizarnos, para darnos cuenta que es posible que el Big Tech tenga demasiado poder.
El tema es que hace 15 años la tecnología estaba presente sólo en ciertos aspectos de nuestra vida pero hoy es omnipresente; hoy todo es tecnologia, todo depende de la tecnologia. Y sin embargo, cada vez entendemos menos cómo funciona y qué puede hacer.
Y por ende es posible que el Big Tech sea demasiado grande y poderoso.
Me encantaría oír su opinión. Hablemos @SamirEstefan
