Aplausos para Microsoft! Si es cierto que sólo existe una oportunidad para generar una buena primera impresión, la gente de Redmond aprovechó al máximo su evento misterioso para generar mucho “hype” alrededor de un nuevo producto: el Microsoft Surface (acá está nuestro review de lo que vimos ayer).
Celebro que Microsoft haya decidido tomar su propio camino y no jugar al tan acostumbrado “yo también tengo”. En un mercado en el que todos han fracasado para diferenciarse (y ofrecer una mejor experiencia) del iPad, creo que Microsoft mostró por qué ha sido líder en tantos momentos de su existencia.
Me encanta la idea de un computador completo tan portátil y versátil como el que vimos ayer. No otro tablet como tantos que vemos arrumados en almacenes y bodegas; no. Un computador completo corriendo la última versión de Windows en un pantalla que si bien es pequeña para un computador, es perfecta para las crecientes necesidades de una fuerza laboral móvil y que gracias a las salidas de video, podrá conectarse a una pantalla externa para trabajar en la oficina.
Me maravilló ver el Touch Cover, con su teclado físico y su trackpad, en una implementación tan simplista y minimalista que uno se pregunta “Por qué nadie había pensado en eso?” y creo que el gran diferencial será ese: el teclado (no estoy tan seguro del lápiz, pero a muchos usuarios les sigue gustando).
No creo que el Surface sea una máquina para el consumidor tradicional. Por lo menos no esta versión. El Surface será la apuesta de Microsoft en la batalla del BYOD (Bring Your Own Device) a nivel empresarial. Ejecutivos que quieren movilidad, facilidad de usar sus aplicaciones “sin compromisos”, de una manera intuitiva y tradicional a la vez empujarán su adopción. Hasta donde? No lo sé.
No sé qué tanto se venda. Espero que mucho pues las siguientes versiones pueden ser aún más impactantes y llamativas. Si lo que Ballmer y Compañía mostraron ayer funciona como debe ser, Microsoft le pondrá presión a Apple, a Google y a las docenas de OEMs que están en proceso de diseño y fabricación de sus windows-tablets para que innoven de nuevo y veamos nuevas evoluciones y no pasos incrementales en el desarrollo de sus productos.
La primera impresión es positiva. Falta ver la ejecución. Aún no sabemos precios, ni fechas. Aún no hemos podido probar su funcionamiento con Office, el cual creo será el caballito de batalla (adiós a las esperanzas de Office para iPad) y su diferencial más grande. Aún no sabemos cuánto le dura la pila y si tendrá 3G / LTE incorporado. Aún no hay claridad de qué tantas aplicaciones veremos en Microsoft Store. Y aunque el “Powerpoint aguanta todo”, como dicen por ahí, creo que lo vimos ayer es mucho más que Powerpoint.
Lo que vimos ayer fue un Microsoft que ha decidido tomar la iniciativa, que ha pasado de un juego defensivo a una estrategia ofensiva, que ha decidido apostar duro como lo hizo con el Kinect y que está convencido que gane o pierda, el consumidor final se verá beneficiado.