Las redes sociales, en teoría, son “la panacea” para obtener amigos y llegar a una gran masa de personas que, fielmente, siguen todo lo que usted hace, dando una valoración y hasta comentando o compartiendo cada publicación.
Lo “likes” son el equivalente a “Ego-Dólares” que sólo sirven para hacer sentir bien al autor de la publicación pero, dado que no implican enganche y el modelo está desgastado, van a desaparecer muy pronto!
Ahora bien, en el caso de Whatsapp, muchas veces la capacidad de intercambiar mensajes de texto, audio y video en un dispositivo móvil o de escritorio viene con una especie de contrato o compromiso, según el cual, no hay nada peor que dejar a la persona “en visto” si responder nada.
Entendiendo todo lo anterior, es posible entrar en el contexto de WhatsApp que, aunque tan sólo es una aplicación de mensajería (bastante útil para comunicarse y hacer llamadas de audio y/o video), no todo el mundo entiende su funcionamiento.
¿Cómo funciona WhatsApp?
- Generalmente la interacción es con individuos que hacen parte del directorio de contactos (están plenamente identificados y/o aceptados), y aunque esta no es una restricción, debería ser la norma de conducta o “Netiqueta” para no terminar chateando con extraños,
- La interfaz es simple e intuitiva; basta con redactar el mensaje de texto o multimedia y enviarlo; en segundos este será procesado por medio de los servidores de WhatsApp y remitido al destinatario(s) final(es). Posteriormente el receptor recibe una notificación del nuevo mensaje y procede a visualizarlo,
- Hasta ahí todo parece color de rosa pero, aquí es donde nace el primer mito (que hasta hace poco logró aclararse) que ha provocado múltiples peleas entre conocidos, esposos, amantes y hasta socios. Todo el mundo pensaba que, anteriormente, cuando aparecían dos “chulos o signos de afirmación” grises al lado derecho de un mensaje enviado, implicaba que el destinatario lo había leído pero, en realidad, simplemente notificaba a su emisor que el mensaje se había remitido correctamente,
Esto suena trivial pero, la historia muestra que ha provocado más de un mal entendido en donde los mensajes se dan por recibidos desde la perspectiva del emisor y, muchas veces, el receptor no estaba ni siquiera enterado que tenia un nuevo mensaje.
Así pues, sólo imagínese el caso de unos novios, esposos o amantes que estuviesen intentando coordinar un encuentro usando el WhatsApp y que uno de los dos se quede “plantado”, por la falta de claridad en el proceso de envío y recepción del mensaje. Seguramente la parte damnificada por esta falla de comunicación no quería volver a usar la aplicación en cuestión para dichos propósitos, o en general. para ninguno otro.
- En consecuencia, WhatsApp (el hijo consentido de Facebook), hace ya bastante tiempo, decidió proceder a cambiar el color de los “dos chulos” que aparecen a la diestra del mensaje enviado de gris a azul, para notificar al emisor que, efectivamente, el mensaje ha sido leído por el receptor y así hacer más evidente el flujo de la comunicación,
- Otra de las polémicas funcionalidades de WhatsApp es el registro de la hora de conexión o de la última interacción, dado que era todo un ritual de vigilancia que, algunas parejas ejercían en el pasado por medio de dicho dato histórico pero, vale la pena advertir que, todos aquellos que tenían dicha práctica, deben ir pensado en otra manera de ejercer control, dado que dicho registro ahora puede verse alterado toda vez que la compañía creadora del chat ha decidido permitir que los usuarios borren el rastro de sus interacciones.
¿Cómo evitarse dolores de cabeza relacionados con la privacidad a nivel de WhatsApp?
Los usuarios del iPhone (dado que la secuencia pueden variar dependiendo de la versión de Android, próximamente, en TECHcetera se va a crear una nota enfocada en dicho ecosistema) pueden configurar las opciones relacionadas con la privacidad la siguiente manera:
- Ir a las opciones de configuración dentro de Whatsapp para iOS 13,
- Hacer clic en las opciones de la cuenta,
- Seleccionar las opciones de privacidad,
- En las opciones de privacidad, es posible desactivar la confirmación de lectura de los mensajes (los temidos dos chulos azules) para no tener que dar explicaciones, si en algún momento se lee un mensaje pero no se procede a responder en ese preciso momento por cualquier razón.
Estando en las opciones de privacidad, vale la pena revisar si es conveniente desactivar las opciones de localización en tiempo real y el registro con la hora de conexión o de la última interacción. De esa manera, es posible evitar que lo sigan fácilmente y eliminar la ansiedad de sus contactos al verlo conectado y no recibir respuestas inmediatas de su parte.