Desde hace tiempo hemos hablado sobre los sorprendentes DeepFakes que, tal como se pude inferir del término mismo en inglés, vienen de:
- “Deep” relacionado del Aprendizaje Profundo (en Inglés Deep Learning),
- Fake que en inglés se usa para denominar algo que es falso.
En palabras simples, se refiere a usar algoritmos de Inteligencia Artificial, básicamente, para crear o alterar materiales multimediales con resultados tan sorprendentes que tienden a pasar por materiales originales y verídicos.
Algunos ejemplos de esta técnica se dan en videos donde se le cambia el rostro, la voz y algunos otros rasgos característicos de la personalidad (gestos, emociones y hasta simular expresiones) a una figura pública como puede ser un artista, un político o alguien influyente, con el fin de crear controversia, difundir un mensaje ajeno a la realidad, rejuvenecer la apariencia y hasta la voz de un artista que ya tiene sus años encima.
Ahora bien, aunque la anterior no es la mejor situación, algo que ha asombrado a muchos es ver como lentamente esta técnica usada para generar imágenes sintéticas por medio de la AI (DeepFakes) ha llegado hasta al mundo corporativo, a los organigramas públicos de muchas compañías con el fin de aparentar tener una cadena de mando bastante grande y diversa, con muchos empleados y colaboradores, digna de una multinacional poderosa.
Lo anterior, aunque puede darle a los desprevenidos clientes la impresión de estar trabajando con una compañía llena de muchos profesionales, al final del día, no es más que una treta que puede llegar a ser de mal gusto en el momento de necesitar manos sobre la marcha para desarrollar proyectos de urgencia suma.