Hace un tiempo, en TECHcetera hablábamos de algunos casos de uso de los drones para realizar desde envíos o hasta para aplicaciones forenses. Ahora bien, gracias a los avances de la inteligencia artificial, no sólo los carros autónomos, los enjambres de drones también son capaces de captar el ambiente a través de los sensores sino de usar una red neuronal para nutrir el algoritmo con información anónima de aquellas unidades que han transitado anteriormente el mismo camino para de esta forma, compartir las lecciones aprendidas con toda la flota.
Un enjambre de drones pueden trabajar de manera coordinada y colaborativa para llevar a cabo diversas tareas desde recreativa hasta de inteligencia militar. Al igual que los autos autónomos, el enjambre de drones se comunica entre sí y siguen un conjunto de algoritmos y reglas para realizar sus funciones de manera eficiente y efectiva. A menudo, dichos enjambres imitan el comportamiento de los insectos o de aves en la naturaleza, donde los individuos trabajan juntos en un patrón sincronizado.
Un enjambre de drones se basa en la comunicación y la cooperación entre cada uno de los miembros del enjambre que, tiene la capacidad de recibir y transmitir información a los otros, lo cual, les permite compartir datos, coordenadas, rutas y objetivos. Utilizando algoritmos de coordinación y control, los drones pueden realizar acciones complejas en conjunto.
Qué labor lleva acabo la Inteligencia Artificial en este tipo de enjambres de drones?
A través de algoritmos que tienden a evolucionar gracias a la Inteligencia Artificial, los enjambres drones pueden tomar decisiones autónomas, aprender de su entorno y tener una especie de contexto para mejorar su desempeño a medida que adquieren experiencia en campo.
Los algoritmos funcionan al definir reglas y estrategias para que los drones se comuniquen entre sí, compartan información y tomen decisiones conjuntas, empleando el aprendizaje por refuerzo, algo muy parecido a la técnica de “la zanahoria y el garrote”, en donde hay recompensas o penalizaciones en función de las acciones, con el fin de mejorar su rendimiento a lo largo del tiempo.
Tal como se mencionaba anteriormente, se tiende a compartir conocimientos y experiencias dentro del enjambre. Si un dron descubre una nueva ruta o una solución efectiva para un problema, la va a comunicar a los otros, lo que les permite aprender de manera colaborativa y adaptarse en tiempo real.
Utilizar algoritmos de optimización, para determinar las rutas más eficientes para cubrir una determinada área y adaptarse a cambios en el entorno o en los objetivos asignados.
Los enjambres tienden a utilizar técnicas de aprendizaje de máquina para mejorar su desempeño al analizar grandes cantidades de datos recopilados por el enjambre (y hasta otros enjambres) para extraer patrones, realizar predicciones y mejorar la toma de decisiones.
Existen riesgos?
Pero no todo es como “un jardín e rosas”, si bien los enjambres de drones tienen numerosos beneficios y aplicaciones, también, representan algunos riesgos y desafíos, como por ejemplo:
Los drones pueden ser utilizados para llevar a cabo actividades de seguimiento, espionaje, violación a la privacidad de las personas o la interferencia con la infraestructura crítica.
Una falla en la comunicación o un error en los algoritmos de control podría provocar accidentes y daños tanto para los drones como para personas o propiedades cercanas.
Si los sistemas de IA o la comunicación fallan, el enjambre puede perder su capacidad de coordinación y control, lo que puede tener consecuencias negativas en su desempeño y seguridad.
Los enjambres de drones están conectados y dependen de sistemas de comunicación y control, lo cual, los hace altamente susceptibles a caer en las garras de los hackers que podrían comprometer su seguridad y funcionamiento.
El aumento en el número de drones en el aire puede generar una mayor contaminación acústica, visual y, claramente, pueden llegar a afectar la vida silvestre en determinadas áreas.
