La llegada de las redes de quinta generación (5G) a Colombia ha estado en boca de políticos, expertos y ciudadanos por igual. Pero, ¿qué tan pronto y con qué eficacia se implementará esta innovación en el país sudamericano? Si bien nadie tiene una bola de cristal para predecirlo con certeza, la factibilidad y el ritmo de adopción de 5G en Colombia dependen de múltiples factores interrelacionados.
La infraestructura es la clave y el espectro es el recurso fundamental. El despliegue exitoso de 5G requiere una infraestructura robusta pero, esta no es la única variable. El acceso al espectro, la cantidad de espectro asignado a cada operador y la legislación vigente son determinantes. En países que han logrado implementaciones 5G exitosas, los operadores disponen de al menos 100 megahertz de banda media. Aunque el precio del espectro es relevante, es necesario considerar otros elementos que completan el ecosistema.
El ecosistema 5G debe estar en sincronía. Los operadores deben estar dispuestos a invertir considerablemente y los equipos, tanto móviles como de infraestructura, deben estar disponibles. Sin embargo, no sólo depende de los operadores y los fabricantes de equipos. Universidades, organismos de desarrollo y desarrolladores locales, también, desempeñan un papel crucial. Esta colaboración es esencial para aprovechar todo el potencial de 5G.
Las buenas prácticas en otros países incluyen ofrecer espectro a bajo costo a cambio de inversiones en cobertura. Establecer garantías estrictas es otra estrategia para asegurar que los operadores cumplan con sus compromisos. Esta combinación de incentivos y regulaciones puede fomentar una inversión saludable y generar un gran crecimiento a nivel del PIB!
Ahora bien, al ver hablar a los operadores al respecto, queda un sinsabor en el ambiente, dado que, al parecer el gobierno actual ve el espectro como “la gallinita de los huevos de oro” que, se puede vender a un precio muy alto y, en ciertos casos, según palabras de algunos asistentes al foro #ImagineLive2023, se prevé que será más del doble del valor promedio pagado en otros países de Latinoamérica (pero, aún es un poco incierto y hay que esperar a que la licitación inicie para saberlo). Lo anterior, podría hacer que la implementación del 5G se demore aún más (teniendo en cuenta que vamos muy atrasados con respecto a otros países) por temas de costo, seguridad y de procesos de licitación con mucha fricción y complejidad.
La visión de 5G como un habilitador del Producto Interno Bruto (PIB) es fundamental. Para que el gobierno vea en 5G una inversión valiosa, debe ser consciente de cómo esta tecnología puede impactar la economía. Según expertos en el tema, cada dólar invertido en infraestructura de 5G puede generar hasta tres dólares de mejora en el PIB. Esto proviene de industrias más productivas, empresas más competitivas y un mayor atractivo para inversiones extranjeras.
¿Para qué el 5G (casos de uso)?
Los casos de uso revolucionarios no están lejos. Desde la automatización de la industria hasta redes móviles descentralizadas, las posibilidades son amplias. Sin embargo, su rápida adopción depende del compromiso de todos los actores involucrados, desde el gobierno hasta las empresas y los ciudadanos. Colombia, al ser un mercado desafiante para los operadores debido a sus características económicas, necesita una estrategia integral que fomente la inversión y la colaboración.
Las primeras etapas de 5G en Colombia se centrarán en mejoras de velocidad y conectividad. Se espera que las velocidades de hasta 300 megabits por segundo estén disponibles en el próximo año, ofreciendo un avance significativo en comparación con la situación actual. Además, la conectividad móvil en el hogar será una realidad, sustituyendo las conexiones por cable en muchos hogares.
Para el año 2025, se espera que los casos de uso 5G se diversifiquen, llegando a industrias como la manufactura y la minería. El panorama colombiano debe ser alentador, debido a la experiencia acumulada en otros países, ya que las lecciones aprendidas a nivel internacional proporcionan un valioso punto de partida.
En conclusión, la llegada de las redes 5G a Colombia es una posibilidad cercana pero, en algunos casos, un poco incierta. El éxito dependerá de una estrategia integral, una colaboración sólida y una visión a largo plazo. 5G representa no es sólo una mejora técnica sino, una oportunidad para transformar la economía y la sociedad colombianas en su conjunto.
