Algo extraño – y MUY poderoso – está pasando en Silicon Valley. Los grandes fundadores y dueños de las compañías de tecnología han dejado atrás esas ansias de “tener por tener”, de acumular riqueza y de querer ser el hombre más rico del mundo (Hola Larry!!) a cambio de la posibilidad de pasar a la historia de otra manera.
Bill Gates, Mark Zuckerberg, Sergei Brin, Larry Page, Elon Musk, Steve Bezos y cientos de otros empresarios tecnológicos están utilizando los miles de millones de dólares que les han producido y les siguen produciendo sus empresas (Microsoft, Facebook, Google, PayPal, Amazon, etc) en medio de este boom tecnológico para fines más “profundos”.
Gates, por ejemplo, causó revuelo – y fue el primero en dar ejemplo – al retirarse de sus labores diarias en Microsoft a comienzos de siglo para dedicarse a luchar contra enfermedades como la malaria y reducir la desigualdad social (en especial en Africa) a través de la Fundación que comparte con su esposa.
Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, han decidido entregar el grueso de su dinero y de sus acciones de Facebook para fondear el Chan Zuckerberg Initiative, una entidad sin ánimo de lucro con la que esperan “acabar con las enfermedades” que nos aquejan como especie antes de finales de siglo.
Musk tomó su plata de PayPal – con la que se volvió multimillonario – y le está apostando a generar la suficiente escala para que (a) las energías renovables sean tan baratas que no haya razón para seguir usando recursos como el petróleo o el gas y (b) podamos convertirnos en una especie multiplanetaria capaz de sobrevivir a alguna eventualidad que pueda ocurrir en la tierra. Bueno y está reinventando los carros y la forma en la que crecen las ciudades.
Page y Brin siguen utilizando a Google como la vaca lechera que fondea proyectos que cambiarán todo: Waymo y sus vehículos autónomos, Verily y su lucha por combatir la muerte y aumentar el promedio de vida de los humanos, o Malta y su tecnología que permitiría almacenar energía de una manera más productiva utilizando sal (si, sal), etc., etc.
Y Bezos, que fue el hombre mas rico del planeta hace un par de semanas durante unas horas, saca plata de sus acciones de Amazon para fondear Blue Origin y hacer realidad el turismo y el comercio espacial con el fin de abrir nuestros horizontes.
Ayer tuve la oportunidad de ver a Naveen Jain hablando de Viome un emprendimiento con el que pretende que “las enfermedades sean opcionales” gracias a la detección temprana y económica de miles de posibles afecciones. Y aunque Viome es un emprendimiento que clara tiene fines económicos decía Jain que su sueño es poder regalar sus productos y su tecnología para asegurar que todos en el planeta tienen acceso – y derecho – a ser saludables.
Y a Chris Lewiki de Planetary Resources – una compañía de minería espacial – quien decía que su sueño es poder ser el proveedor de insumos y materiales requeridos en el espacio para que la exploración espacial sea una realidad antes de una década (y por qué no para traer de vuelta elementos que en la tierra son escasos pero con los que podríamos darle energía limpia a todos los habitantes de la tierra por generaciones.
No me malentienda. No soy ingenuo. Sé que detrás de estos proyectos hay intereses económicos y fiscales. Sé que muchos de ellos incrementarán radicalmente sus fortunas con estas iniciativas. Pero eso no le resta importancia al hecho de que mientras otros billonarios solo piensan en tener y tener mas para su propio beneficio y en la región seguimos hablando del siguiente Uber o del siguiente Facebook en Silicon Valley están pensando realmente en el futuro y en cambiar radicalmente nuestra existencia (así, de paso, los vuelva aun más ricos).
Hay que hacer varias distinciones: no es lo mismo que un multimillonario accionista mayoritario de una gran empresa decida crear una fundación y donar la mayor parte de su fortuna a la misma a que una empresa decida hacer eso mismo.
Un multimillonario puede hacer con su fortuna lo que quiera y puede hacerlo completamente de buena voluntad, pero una empresa tiene que rendir cuentas a los accionistas y está obligada a intentar ganar la mayor cantidad posible de dinero, siempre y cuando todo lo haga legalmente.
Yo la verdad no me imagino a un multimillonario aceptando que nomas quiere tener más sólo por tener, ese no es un comportamiento normal del ser humano. Todos se repiten a sí mismos que trabajan por una causa más noble (seguro algunos se autoengañan y su motivación real sí es la codicia, pero no pretendo ponerme a especular cuales ni a juzgarlos).
Finalmente, en el desarrollo de nuevas tecnologías el objetivo siempre siempre es cambiar el estatus quo, que el cliente esté feliz por ello y en consecuencia se vuelva dependiente de los productos. Prácticamente es lo que decía el mission statement de Intel(creo que ya lo cambiaron):
Delight our customers, employees, and shareholders by relentlessly delivering the platform and technology advancements that become essential to the way we work and live.
Así que tampoco es extraño que las empresas de tecnología inviertan en proyectos para cambiar la forma en la que la gente vive, casi por definición una empresa de desarrollo de tecnología debe hacer eso.