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Equipos lentos que parecen “con falta de voluntad” para funcionar,
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Consumo excesivo de batería,
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La imposibilidad para instalar y/o acceder a nuevas aplicaciones por carencia de compatibilidad con el sistema operativo,
- Manejo de permisos en las aplicaciones.
Imágenes tomadas de https://developer.android.com/
Ahora bien, es cierto que tampoco es lo más recomendable subirse a la última versión de Android N en este preciso instante, donde apenas parece estar en beta, dado que las aplicaciones pueden no funcionar de manera estable y generar una mala experiencia de uso. Por lo mismo, la mejor opción sería usar Android 6+ Marshmallow que apenas fue lanzado en Octubre del año pasado y ya tiene una adopción superior al 10% por parte del ecosistema de usuarios.
Dicha cifra significa un crecimiento inmenso cuando se compara con el penoso 2.3% obtenido en la medición de Marzo del 2016. También significa una perdida de terreno por parte de Android 5.0 (Lollipop) y Android 4.4 (KitKat), lo cual le da esperanza a los usuarios del ecosistema que sueñan con tener actualizaciones garantizadas (hasta donde el hardware lo permita) tal como sucede en iOS. Lastimosamente no todo el crecimiento de Android Marshmallow proviene de las actualizaciones, gran parte de esa cifra está impulsada por usuarios de viejas terminales que han decidido adquirir nuevos modelos para mejorar la experiencia de uso, las prestaciones y hasta su estatus!.