El hecho de traer una nueva vida a este mundo suele ser un momento de mucha alegría pero, también, de mucha responsabilidad. Para algunos padres elegir la tecnología que les va a ayudar en el proceso de monitorear a sus hijos puede llegar a ser un tarea difícil dado que, existen muchas marcas y muchos modelos de dispositivos que sirven medianamente para el mismo propósito.
¿Cómo elegir el monitor para bebés?
En el momento de elegir un monitor para bebés es importante tener en cuenta no sólo el precio, la duración de la batería, la calidad y alcance a nivel de audio y video (con o sin visión nocturna), el sensor de movimiento con sus respectivas alertas y las posibilidades rotar la cámara y hacer zoom. También es muy importante la seguridad a nivel perimetral para que, después de la instalación el bebé no tenga acceso o manera de halar la cámara y/o su cable además, que sí esta llega a caer en manos del neonato o lactante, este no tenga manera de hacerse daño con ella y, finalmente, en el mejor de los casos, que la cámara y/o la pantalla sobreviva dicho encuentro inesperado (debe tener cierta robustez).
Además de lo anterior, vale la pena tener en cuenta que muchas de estas cámaras tienen su propia red de conexión independiente del WiFi del hogar para intercambiar datos (audio y video) entre la pantalla y la cámara, de tal forma que va a ser más difícil para un extraño fuera del hogar interceptar la señal. Existe otro tipo de monitores que se conectan al WiFi del hogar e, inclusive, pueden accederse desde internet, lo cual, implica un riesgo diferente dado que muchas veces personas ajenas al grupo familiar pueden empezar a monitorear los movimientos de los pequeños y hasta a interactuar con ellos por medio de una conversación de audio.
El modelo óptimo depende muchas veces del caso de uso de cada familia, así las cosas sí siempre se encuentra un miembro de la familia en casa y los dispositivos se usan más que todo para monitorear el sueño del bebé mientras los adultos se encuentran en otra habitación, por seguridad, es más recomendable usar un sistema que tenga su conexión independiente y que no requiera internet. Eso si, es bueno asegurarse que la cobertura de los dispositivos sea amplia, suficiente y estable, dependiendo de la ubicación que estos vayan a tener en el hogar.
Ahora bien, si por temas de trabajo, diversión, viajes o similares; el bebé debe permanecer cierta cantidad de tiempo con alguien ajeno al grupo familiar como una niñera, cuidador o similares, muchas veces es necesario monitorear no sólo el sueño del lactante sino, en general, la actividad del hogar, en dichos casos es bueno tener una cámara conectada a internet (IP) con acceso remoto pero, siempre es necesario actualizar constantemente la seguridad de la misma (tanto el firmware como el password, tener la red a la que se conecta el monitor como oculta y, en la medida de las posibilidades, usar una VPN).
Muchos se preguntarán el por qué de tal consejo pero, tal como lo dicen muchos expertos en ciberseguridad de Esset, cuando los dueños de las cámaras que tiene una IP dejan el mismo password que viene por defecto, no es nada difícil para in extraño acceder a estos dispositivos:
Una simple búsqueda en Google con los contenidos de la página de identificación de cada fabricante de cámaras es suficiente. Si, además, se conoce con qué contraseña entrar (en este caso, al ser una contraseña por defecto se conoce), es posible acceder a la retransmisión de seguridad privada de una gran cantidad de cámaras.
Pero ¿Qué tan malo puede ser que un extraño vea lo que hace mi bebé?
Tal como lo decía Samir anteriormente, Hace un par de años conocimos de un caso de una señora que encontró que el monitor de bebé que tenía había sido hackeado y que unos personajes (al parecer de la China) estaban hablándole a su bebé a través del dispositivo y estos amenazaron con secuestrarlo. Las historias son interminables, desde los monitores que por error han captado la señal del vecino hasta los que adrede, han sido violentados para acceder a los contenidos.
Así las cosas, no es nada agradable que un extraño con quién sabe que tipo de intenciones vea al bebé dormir y, mucho menos, le este charlando al oido cosas que ni a los papás a su avanzada edad y con un criterio formado les gustaría oír.
¿Qué debo tener en cuenta para tener algo de paz mental?
Después de todo lo anterior, vale la pena validar si es necesario que el monitor se conecte a internet y tenga una señal que pueda ser vista remotamente. De ser así, hay que tener en cuenta las normas de oro:
- Cambiar las contraseñas predeterminadas al configurar el dispositivo,
- Actualizar el firmware a su última versión constantemente,
- Si no se utiliza la conectividad de red del monitor, es mejor desactivarla,
- Desactivar las funciones innecesarias,
- Leer el manual de instrucciones antes de empezar a usar el dispositivo.
- Actualizar las contraseñas periodicamente.