La computación cuántica es el santo grial de la computación. Esta no puede entenderse simplemente en términos de más potencia o más memoria para una máquina; sino de una revolución completa en el mundo del procesamiento de información.
No estamos hablando tan sólo de Gigas o Teras. Estamos entrando en terrenos de la física en la que la comprensión de algunos de los sistemas más complejos del universo nos permitirá abrir nuevas fronteras en el terreno de las capacidades de procesamiento y gestión de la información. Pero, la pregunta del millón es: ¿en qué se diferencia de la computación tradicional? Bueno, para comenzar no podemos decir que un sistema cuántico, opere de la misma forma que un sistema binario. En la computación clásica cada unidad de información o bit tiene uno de dos estados 1 o 0 (de ahí su denominación “Binario”) sin embargo, aprovechando fenómenos cuánticos como la “acción a distancia” de Einstein, en el que la información de una partícula depende de la información de otras sin importar su distancia; en la computación cuántica, ya no hablamos de “Bits” sino de “Q-Bits” que pueden tener la combinación de información: “0-0″,” 0-1″, “1-0” y “1-1” al mismo tiempo! Eso eleva de manera exponencial las capacidades de cualquier máquina permitiéndole hacer una cantidad inmensa de cálculos simultáneos.
No obstante, el mayor reto de la computación cuántica actual es: lo complicado que es construir computadoras de más de 15 Q-bits, pues, desde ahí, aún no comprendemos bien ¿por qué estos comienzan a comportarse como Bits convencionales? y, lastimosamente, el proceso deja de ser eficiente. Aunque debemos recordar que ya nos hemos enfrentado a estos tipos de problemas antes, pues si hacemos memoria: hace 30 o 35 años, las computadoras actuales se encontraban en pañales en términos de memoria RAM o almacenamiento, llegando cantidades que hoy suenan irrisorias como 4 Kilobytes o 16 en las de más alta gama, definitivamente estamos en el nacimiento de este nuevo tipo de computadoras.
Entra IBM!
Hace poco estuvimos en San Francisco con la gente de IBM hablando del tema y, nos sorprendió el enfoque que están abordando sus sistemas cuánticos en temas de colaboración y capacidad de procesamiento. Pudimos conocer su computadora “Q” (los fanáticos de Star Trek deben estar felices)! Una belleza de tubos y diversos materiales que, con “tan sólo 5 Q-Bits” de procesamiento, promete cambiar el mundo de la computación cuántica. ¿Cómo quiere lograrlo? Pues llevando este críptico y complicado tema a “donde ningún hombre ha llegado antes”, a la nube, mediante un sistema de colaboración abierta. Es decir, el sistema Q de IBM se trata de la primera computadora cuántica que se puede acceder y operar remotamente por cualquier persona en el mundo mientras demuestre que tiene la más mínima idea de saber lo que está haciendo.
La idea es que: con el uso continuo, el intercambio de ideas y el desarrollo colaborativo, millones de personas trabajando en conjunto nos acerquen más y más a una computadora cuántica de uso general, superando la barrea de los 15 Q-Bits y proyectándonos hacia la meta de los 100.000 Q-Bits.
Si usted es de las personas que no tiene aún las capacidades para usar esta máquina no tema, la plataforma de IBM “Q-Experience” lo tiene todo, desde manuales para programar en QISKit el lenguaje de programación necesario para operar su computadora, hasta artículos relacionados y videotutoriales para personas que apenas se adentran en este mundo.
Esta es una aproximación que recuerda los primeros días de la computación clásica, donde personas se reunían y hacían sus propuestas sobre: sistemas, productos y demás que terminaban siendo plataformas para la creatividad e invención.
¿Se atreverían a ser parte de este movimiento?
Hablemos en Twitter.
Andrés Felipe Sánchez
