Los accidentes de tránsito siguen siendo una de las principales causas de muerte en los jóvenes alrededor del mundo. Y aunque en muchos de los casos el tema del alcohol sigue estando involucrado, un estudio realizado en Estados Unidos por el Cohen Children’s Medical Center entre finales del 2010 y finales del 2011 ha demostrado que más jóvenes mueren por accidentes relacionados con envío de mensajes de texto y uso de smartphones mientras se maneja que por accidentes asociados al alcohol.
Fuente: Developmental and Behavioral Pediatrics Department, Cohen Children’s Medical Center, Septiembre 2010 – Diciembre 2011
Los números sorprenden, principalmente por el impacto de los mismos y por la falta de conciencia que los conductores, especialmente los jóvenes, tienen sobre los riesgos de conducir y enviar o recibir mensajes al tiempo.
Y aunque muchos no entiende cómo es posible que haya más muertos y heridos en accidentes de tránsito asociados al envío de SMS que a conducir en estado de embriaguez, la razón es sencilla: mientras que la segunda es una actividad limitada generalmente a 2 días a la semana, el envío de SMS mientras se conduce es una actividad tan cotidiana que ocurre varias veces al día, 365 días del año. Y ahí es donde está el riesgo.
Leyendo el artículo recordaba un slide que utilizo en mi charla de Ciudadanía Digital Para Padres en la cual comparo el proceso de enseñanza y control de la navegación de los niños en internet al proceso de enseñarle a los niños a nadar. De poco sirve tener todos los controles si los niños no entienden los riesgos y no pueden tomar decisiones. De nada sirve cerrar la piscina con una reja si al final los niños se meten a las piscinas de sus amigos. El secreto es enseñarles a nadar.
En este caso, de nada sirven las herramientas de control (existen apps que bloquean funciones de social media o SMS en los smartphones cuando comprueban que su usuario va en movimiento) si los usuarios no entiende que los riesgos de la distracción causada por un smartphone es equivalente a los efectos de conducir en estado de embriaguez, si la conducto no es penalizada y si no existe un control preventivo y correctivo de parte de las autoridades y la sociedad en general.