Durante toda la semana pasada el tema de moda en la blogosfera era hablar de la supuesta entrada de Apple a la industria automotriz. La aparición de unos vehículos sospechosos en el área de la bahía de San Francisco hicieron correr rápidamente los rumores de que Apple habría organizado un grupo de trabajo para diseñar y construir un coche en los próximos 5 años.
Los rumores llegaron al punto de decir que Apple estaría muy cerca de negociar la adquisición de Tesla, la marca de vehículos eléctrica mas exitosa del planeta. De acuerdo con un articulo de la revista Wired, Apple mantiene una batalla legal con una compañía que construye baterías para autos eléctricos. La razón de esta confrontación es que Apple se ha “robado” a los empleados mas importantes de esta compañía. Así que toda la evidencia indica que Apple va a construir un coche muy pronto.
La verdad, no creo. Mi opinión personal es que todo esto es una exageración y una gran mentira. Apple NO va a construir un coche. Y aclaro que no tengo ninguna conexión de alto nivel en Cupertino, ni soy accionista de la empresa. Mi opinion esta sustentada por el conocimiento vago que tengo de la empresa. He aquí algunas razones para ser escéptico respecto a la entrada de Apple al sector automotriz.
Las regulaciones del sector inhiben la innovación
Alguna vez leí que en New Hampshire, un estado de los Estados Unidos, aún no se logran poner de acuerdo para obligar el uso de cinturones de seguridad. Innovaciones como los heads-up displays y los sistemas automatizados de distanciamiento llevan décadas haciendo lobby para su aprobación ante las autoridades de transporte. Son solo un par de ejemplos, pero son una demostración directa de que los reguladores juegan un papel muy importante en el desarrollo de la industria.
¿Qué podría agregar Apple a la industria? Evidentemente el asunto no es de diseño exterior y posiblemente tampoco de funcionamiento. Apple es experto en la interfaz entre vehículo y usuario. Difícilmente alguna de sus innovaciones pasará rápidamente por las regulaciones y entrará en uso. La industria de la tecnología tiene mucho menos regulación que la automotriz y Apple está acostumbrado a otro ritmo de trabajo, mucho mas intenso y dinámico.
El negocio automotriz puede ser detrimental para las cifras de Apple
Los cálculos indican que Apple vende iPhones por casi 3 veces el precio de manufactura. En el mejor de los casos, una empresa automotriz puede llegar a generar 40% de margen operativo. Un rápido vistazo a las cifras de un conglomerado automotriz demuestra que la rentabilidad de una de estas empresas por lo general está atada a su brazo financiero. Es un modelo que se aleja muchísimo de la estructura de capital de Apple.
De otro lado la estructura de concesionarios y servicio son radicalmente diferentes a la estructura de distribución que usa Apple. La decisión de compra en un Apple Store es absolutamente discrecional. Apple por su posicionamiento de marca estaría compitiendo con Tesla, Porsche o Ferrari. La estructura de ventas posiblemente no se asemeje a la rotación masiva de clientes que actualmente visita un Apple Store.
En todo sentido las cifras de Apple se verían afectadas por su entrada a este mercado que tiene una dinámica diferente a la actual. Su rentabilidad se vería afectada. Sus necesidades de capital se verían presionadas. Y los índices de rotación y cercana con los usuarios requerirían de una dinámica ajena a la realidad de Apple.
La industria automotriz es contraria a lo que representa Steve Jobs
Jobs era un hippie. De acuerdo con su propia aseveración, su pasión siempre estaba sentada en la confluencia entre las artes liberales y la tecnología. El objetivo de Apple está atado a la creatividad y al entretenimiento. Inclusive hoy, que Apple ha ganado tanto terreno en el mundo corporativo, Apple no se presenta como un jugador que ayude a “moler numeros”. Ciertamente sus productos facilitan la interacción con usuarios y clientes, y la creatividad a la hora de presentar ideas.
Yo no siento que la industria automotriz esté cerca a ese punto mágico que invocaba Jobs. Es claro que el diseño es una parte importante de la industria automotriz, pero está lejos de ser un arte liberal. En los Estados Unidos, al menos, los vehículos son una reminiscencia del machismo. El minimalismo tiene poca cabida en esta industria. El cromo y los detalles exagerados son extremadamente valiosos en el ejercicio de diseño.
A pesar del entusiasmo del sector tecnológico, creo que hay mas posibilidades de que Apple busque cabida en otras industrias. El entretenimiento y la información es una de ellas. El diseño y la publicidad es otra. La industria automotriz está demasiado arraigada a una personalidad extraña y lejana de lo que significaba Steve Jobs.
Mi teoría es que Apple puede estar probando su tecnología carplay en el mundo real. Posiblemente buscando como optimizar el uso de su sistema en condiciones reales de funcionamiento. Por eso construyó carros y los tiene funcionando en condiciones reales. No sueño con un carro marca Apple.