Esta fue una semana interesante para Project Titan, el proyecto bajo el cual Apple estaría desarrollando un carro.
Primero vimos unos diseños de cómo se vería -supuestamente- el carro de Apple hechos por el equipo de Vanarama, basados en diferentes patentes que Apple ha presentado a lo largo de los años. Puede ver el modelo en 360 siguiendo este link, pero aquí hay varias de las imágenes para que se de una idea:
Bien retro, ¿no? La verdad es que no escribí del tema el día que salieron los diseños porque, además de parecerme bien feos, creo que más allá de un ejercicio de autocad interesante este diseño no tiene fundamento alguno.
Es como un collage de patentes sin contexto, sin entender para donde va el mercado de transporte y sin entender las tendencias que están cambiando el concepto de lo que será un “carro”. Piense, por un momento, lo que pasó con los reproductores de música o con los celulares y luego del lanzamiento del iPod y del iPhone. Devuélvase en el tiempo y mire el cambio radical de diseño, de interfaz y del modelo de uso.
Traigo estos diseños a colación porque esta mañana me levanté y me encontré con una tonelada de artículos basados en un reporte del muy conectado Mark Gurman de Bloomberg en el que revela que la compañía ha acelerado el trabajo en el nuevo “dispositivo” con una meta de tenerlo en el mercado para 2025 bajo el nuevo liderazgo de Kevin Lynch quien, además de liderar el software del A, estaría empujando hacia un modelos de un vehículo autónomo que no requiera intervención humana para su funcionamiento.
Algo más parecido a los “carros” de Zoox o Canoo y menos a un Tesla o al horrible diseño de Vanarama. Vehículos que los usuarios pueden usar bajo un modelo de suscripción, de servicio, vía una aplicación y no que la gente compre y tenga parqueado el 87% del tiempo (si vio Hairuki? Se lo dije).
A propósito de Canoo Apple contrató a Ulrich Kranz, uno de sus cofundadores (y quien también trabajó en BMW para el lanzamiento de los i3 e i8) a mediados de este año.
Los rumores parecen haber tenido buena aceptación dentro de los inversionistas que han empujado el precio de la acción a su máximo histórico, con un crecimiento de más de 6% tan sólo esta semana.