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En 10 años el iPhone dejará de existir

Cumplidos los primeros 10 años del iPhone nos preguntamos que será del dispositivo en una década? Nuestra apuesta es que dejará de existir

El iPhone (y en realidad los smartphones tal y como los conocemos) dejarán de existir. Posiblemente antes de 10 años, posiblemente tome 20. 

Con esta frase le respondo a mi amigo Felix, que se preguntaba como será el iPhone en 10 años aprovechando el review que hice esta semana del iPhone original

Yo sé que muchos dirán que estoy loco, pero la verdad es que si nos hubieran dicho, en el 2006, que la mayoría de la gente ya no tendría un teléfono fijo en sus casas o que en las oficinas no se usaría el Fax, que raramente tendriamos que ir al banco, que para concretar un hot date con un desconocido(a) solo habría que deslizar el dedo a la izquierda y que ante un evento o calamidad el último sitio a donde buscaríamos información serían los medios de comunicación, hubiéramos dicho lo mismo (que estaban locos). 

El tema es que  como humanos solo somos capaces de pensar linealmente y no de forma exponencial, que es como viene creciendo la tecnología (este video le puede ayudar a entender el concepto) y por ende nos cuesta trabajo pensar más allá de lo que vemos con nuestros propios ojos.

Así las cosas – y cerrando así nuestro especial sobre los 10 años del iPhone – viene un poco de futurología:

El smartphone – ese rectángulo de vidrio y metal que llevamos en el bolsillo o en la mano y que consultamos decenas de veces en el día para conectarnos al ciberespacio – se transformará y será reemplazado por nuevos dispositivos y tecnologías que harán que esa conexión sea omnipresente, transparente e invisible, llevándolo a la extinción. 

No es que las pantallas dejen de existir. Es que ya no tendremos que cargar una en el bolsillo porque cualquier superficie de vidrio nos servirá para ver aquello que no podamos escuchar por medio de nuestros audífonos (otra opción: que nuestros smartphones sean solo un pedazo de vidrio, o mejor de un film maleable que se puede enrollar o doblar sin problemas).

Todos los futuristas coinciden en que el futuro (valga la redundancia) estará basado en asistentes digitales con quienes nos comunicaremos por medio de comandos de voz. Así como Alexa, como Cortana o como Siri. Asistentes que estarán presentes en nuestras casa, en nuestros carros, en nuestros dispositivos de uso diario, convirtiéndolos a todos en terminales de nuestra propia internet.

Del computador pasamos al teléfono, del teléfono pasaremos a las gafas – parecidas a las que Google ya nos mostró con sus Google Glasses o a lo que Microsoft está desarrollando con Hololens (pero portátiles), a lo que hemos escuchado de la segunda versión de las Spectacles de Snap (que servirán no solo para grabar sino para mostrarnos información superpuesta a la realidad que nos rodea). 
 
Por qué sacar un dispositivo para ver un contenido que podemos observar a través de unas gafas? Por qué “ver televisión” en un aparato físico cuando con esas mismas gafas podemos crear una pantalla virtual del tamaño que queramos? El demo de Hololens de Microsoft nos da una buena idea de esto. 

De las gafas pasaremos a lentes de contacto, como estos patentados por Sony

Y eventualmente llegaremos a interfaces que conectan nuestros dispositivos, nuestra red, directamente a nuestros cerebros. Ciencia ficción? Seguro!! Pero tanto Facebook, como Google, como el mismo Elon Musk ya están trabajando en ello

En 10 años el iPhone dejará de existir. O de pronto será lo que es hoy el iPod, un rezago, un iPhone Lite, una aparato para los niños. Analistas como Gene Munster creen que unas Apple Glasses serán mucho mas exitosas que el mismo iPhone y la adquisición de SensoMotoric Instruments por parte de Apple esta semana aviva los rumores de que la compañía trabaja en dicho dispositivo. 

10 años en el mundo tecnológico es muuuuucho tiempo. Si partimos de una base de 50, crecer linealmente cada 18 meses nos lleva de 50 a 51 a 52 a 53 a 54 a 55 a 56 (10 años son 120 meses, dividos en 18 da 6.6 iteraciones). Pero esas mismas 6 iteraciones, duplicando cada vez la capacidad (Ley de Moore) nos lleva de 50 a 3,200. 

Y esa velocidad, todo puede pasar. 

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