Mi mamá no es muy diferente a cualquier otra mamá. Es un señora que ronda los 60 años. Su circulo social está concentrado en su familia directa, hijos, nietos, hermanos. Tiene un grupo, no muy numeroso, de amigas con quienes se ve frecuentemente, pero se comunica muy esporádicamente. Mi mamá nunca ha demostrado un interés activo por la tecnología. Ella sabe que la tecnología existe, y estoy seguro que reconoce que tiene beneficios obvios, por años nos ha escuchado hablar de ellos.
Tengo la impresión que mi mamá siempre ha visto la tecnología como un enemigo. La tecnología consume su tiempo con la familia. La tecnología la desplazó de su posición como centro de la familia. Antes ella era el centro de nuestra comunicación familiar. En la mesa del comedor, alrededor de sus platos, se discutían los temas de interés familiar. Ahora, ya todos viviendo fuera de casa, lo hacemos directamente o a través de redes sociales. Mi mamá, como muchas otras, se queja porque no nos sentamos a la mesa cuando ella llama. Generalmente sucede porque estamos navegando en internet, concentrados en nuestros smartphones o tablets. Mi mamá tiene una dirección de correo electrónico, pero nunca le escribimos a ella. Jamás la revisa, no es algo que le interese. Mi mamá sabe que existe Facebook, y estoy seguro que conoce los beneficios y virtudes de las redes sociales, pero ella no participa de esa conversación. No ha querido inscribirse a pesar de nuestros argumentos para convencerla.
A pesar de todo lo anterior, en navidad decidimos regalarle un tablet. No teníamos grandes expectativas, pero pensamos que sería una buena oportunidad para incluirla en nuestras conversaciones digitales.
Sorpresa! Un tablet cambió completamente sus hábitos diarios
Es claro que no esperábamos que sucediera así. Hoy, mi mamá, no puede salir de casa sin su tablet. No puedo decir que se haya convertido en una usuaria nativa de servicios digitales. Estamos lejos de eso. Pero debo decir que la tecnología se convirtió en su mejor compañía. El principal uso que le da a su tablet es para leer los periódicos y enterarse de las últimas noticias. Se mantiene informada de los últimos eventos navegando en internet. También lo usa para buscar recetas e ideas en la cocina, que es su hobby. Finalmente, le encanta recibir vídeos y fotografías de la familia, aunque no usa su tablet para tomar fotografías o crear vídeos. El tablet también se convirtió en su mejor pasatiempo. En sus momentos de ocio, juega Sudoku. También lo usa para leer libros en formato electrónico. Para ella este formato es mucho mas cómodo que un libro físico. Es, desde luego, una manera diferente de leer, que no se acomoda a cualquier persona. Ella se acostumbró muy rápido a la interface digital.
Esperábamos que el tablet la introdujera al mundo de las redes sociales, o por lo menos a compartir y comunicarse mas fácil con nosotros. Puede ser un tema de su personalidad, pero (aún) no ha sucedido así. Definitivamente no ha tomado como hábito leer correos electrónicos. Tal vez no tiene con quien escribirse, tal vez los considera impersonales. Pensamos que la aplicación que mas iba a usar era Skype, para hablar con nosotros y ver a los nietos. Tampoco ha sido así. Mi papá dice que no le gusta que la vean a través de la cámara.
Recientemente mi papá, que si ha sido siempre una persona muy activa con la tecnología decidió actualizar su smartphone. Mi mamá de inmediato le pidió que le heredara su smartphone anterior. Ella no quiere desconectarse de su nuevo mundo. Encontró una nueva fuente de alegría con la tablet que le regalamos de navidad.