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Esta semana me topé – de pura casualidad twiteresca – con un video de un tipo al que su mujer encuentra “poniéndole los cachos” (siéndole infiel si ud, amigo lector, no es colombiano). Al verse sorprendidos, el personaje y su amante decidieron jugarse una carta arriesgada, por decir lo menos: la mujer pretendió ser un sexbot, una especie de robot animatrónico de carácter sexual, y no una persona.
(Yo sé. Ud quiere ver el video y saber si la esposa se comió el cuento. Así que aquí está).
El video me dejó una duda, para la cual no tengo respuesta y que espero usted ayude a aclarar, respondiendo la encuesta que acompaña este articulo en nuestras redes sociales:
¿Es uno infiel si tiene sexo con un robot?
Hago la pregunta porque durante los últimos meses hemos viendo y oyendo noticias sobre cómo aquellos involucrados con negocios como la pornografía en internet o la producción de adminículos de tipo sexual son algunos de los early adopters de nuevas tecnologías asociadas a la 4ta Revolución Industrial, en especial a temas como Realidad Virtual y Robótica Avanzada.
Y es que así como el FinTech está revolucionando la industria financiera, el SexTech está haciendo lo propio en su industria. Algunos ejemplos:
- La explosión de contenido pornográfico en Realidad Aumentada que hay en línea y que no requiere más que un Google Cardboard o un Samsung Gear VR.
- Las R2DoubleD pole dancers que hicieron su debut en el CES de este año.
- Los robot-burdeles que abrieron sus puertas en el 2017 en Barcelona y Dormunt, en los que las “trabajadoras” son en realidad sexbots que pueden interactuar de manera básica con los clientes.
- La evolución de simples muñecas de látex hacia modelos más desarrollados con inteligencia artificial de Abbyss Creations, las cuales pueden llegar conocer a su dueño por medio de charlas y conversaciones, o
- La entrada de Pornhub al mercado del Internet de las cosas con adminículos conectados a internet que se sincronizan con los videos que el suscriptor esté viendo
El sexo y la tecnologia han ido siempre de la mano (literalmente). Pero con los avances en robótica, inteligencia artificial y realidad virtual el tema está pasando a un nivel en el que debemos comenzar a cuestionarnos ética y moralmente si hay diferencia entre estar con otra persona o estar con un robot que parece otra persona.Y esa es la pregunta.
Me encantaría oír su opinión. Hablemos en @SamirEstefan y @TECH_cetera