Durante el año 2015 leimos varias noticias en las cuales se especulaba la entrada de empresas de tecnología, como Google y Apple, al mercado de la producción de vehículos. La industria automotriz es compleja, fuertemente regulada, y con una especialización técnica que solo unas pocas compañías han logrado explotar exitosamente. Es por esta razón que algunos críticos han visto con escepticismo estos rumores.
Un reciente estudio elaborado por Accenture, cita algunos factores que podrían explicar los rumores. El mas importante de ellos es un cambio estructural en la manera como los consumidores decidimos comprar nuestros vehículos. Mas del 70% de los encuestados (a nivel global) por Accenture mencionaron que la tecnología incluída en el vehículo es mas importante, como factor de decisión de compra, que las características mecánicas.
O para ponerlo en un español mas simple. Para los consumidores hoy son mas importantes, al comprar un carro, el radio o sistema de entretenimiento, la navegación o GPS, o la asistencia de conducción, que la potencia, velocidad y estabilidad del coche. Se trata de un cambio estructural de modelo de negocio para los grandes fabricantes automotrices. Y es claro para nosotros que las grandes fábricas automotrices esten preparadas para afrontar este cambio. No es sorprendente que las empresas de tecnología estén desesperadas por aprovechar la oportunidad.
Desde luego, queda la duda de si las empresas de tecnología son capaces de resolver la complejidad mecánica de construír un coche confiable. Para VW fue mas fácil engañar a la opinión pública, que resolver un problema técnico-mecánico de emisión de gases. A pesar de las evidentes nuevas preferencias de los consumidores, creo que la confiabilidad y calidad de los vehículos seguirá siendo un factor mas importante que cualquier otro. No significaba un verdadero factor diferencial entre las compañías y marcas tradicionales. Pero para nuevo entrante será primordial lograr una calidad aceptable para establecer su producto.
