Lo Wow!

• El Diseño futurista y minimalista
• La duración de la pila
• El Halo Keyboard
• La Versatilidad del Real Pen

Lo Mmm…

• Puerto MicroUSB
• El Procesador

Para Quién

• Estudiantes, ejecutivos, amas de casa o cualquier usuario que quiera un dispositivo ligero de larga autonomía y que le permita mezclar los beneficios de un teclado con la posibilidad de escribir y tomar notas digitalmente o incluso en papel (y convertirlas a digital).

Specs

La Experiencia

Desde que vi el anuncio del Yoga Book en el IFA de este año quedé flechado. Claro, una cosa es lo que se ve “en papel” y otra muy diferente es cuando uno puede jugar con el dispositivo. Así que luego de esperar (y esperar y esperar) tengo en mis manos un Lenovo Yoga Book desde hace un par de semanas y debo decir que sigo flechado (de pronto incluso más).

Déjeme comenzar con lo obvio: el diseño es impecable, sobrio, flexible y, a la vez, futurista. Si, es la base de todos sus Yogas pero es mucho más.

No me cabe duda alguna que este es el diseño del laptop del futuro. Un diseño en el que las teclas físicas desaparecen y dan paso a un espacio más versátil, más dinámico, más aprovechable según sea el caso de uso de cada usuario.

Sí, ya sé, habrá gente que dirá que es súper raro escribir en un teclado “virtual”. A esas personas les digo (1) se nota que no lo has probado por más de 10 minutos y (2) no seas como Steve Ballmer.  Esta discusión ya la tuvimos cuando salió el iPhone y hoy menos del 0.2% de los smartphones tiene un teclado físico. Así que no sea terco, evolucione. Sí, hay una curva de aprendizaje pero con menos de 2 horas usted queda listo.

La mezcla del Halo Keyboard, el Real Pen y la Pantalla Táctil es ganadorsísima en términos de productividad y super llamativa para casos de uso como el de un estudiante, un artista gráfico, un ejecutivo, una ama de casa o cualquier persona que mezcle, a lo largo del día, actividades de teclear con actividades de escribir en digital con actividades de tomar notas o hacer sketches en papel (más las de leer libros o contenidos digitales). Todas las personas que han visto mi Yoga Book, sin excepción, han quedado fascinadas con la mezcla de los 3 componentes (como lo pueden ver en el video).

El Yoga Book viene en 2 presentaciones: Android 6.0 y Windows 10 Home. Por mis pruebas creo que la versión Android es un poco más flexible aunque debo decir que me preocupa no saber si Lenovo actualizará la tableta a las nuevas versiones del sistema operativo. Sin embargo, la versión Android tiene una sorpresa interesante: un manejador multiventana que la compañía ha desarrollado para sus equipos y que lo convierte en un sistema más profesional que el estándar. Si adquiere esa versión no deje de usar la aplicación de Lenovo Notes. Es campeona.

La versión Windows es un poco más “formal”, ejecutiva y pesar de mis preocupaciones iniciales sobre si aguantaría, funciona muy bien (aunque demora más en bootear que la Android).

El procesador Intel Atom no es de mi agrado total pero entiendo las razones por las que Lenovo se fue por él y no por uno más potente. La verdad es que no he tenido problemas con el desempeño del equipo pero no creo que una versión full de Photoshop o 3D CAD corra sin tropiezos. Sin embargo, para el 99% de los usuarios – aquellos que no son mega-gamers o diseñadores de dispositivos 3D – el equipo funcionará más que bien.

No sé si en mi caso el Yoga Book pueda llegar a ser mi equipo principal, aunque con una pantalla externa el setup quedaría completo. Lo que sí se es que la movilidad que ofrece el dispositivo tiene poca competencia en el mercado. Es mejor que un laptop, es mejor que una tableta, es que en un mismo aparato y con los accesorios que vienen dentro de la caja tiene uno un computador, un tablet, un libro, un cuaderno digital y además un cuaderno físico.

Cuando necesita el teclado oprime un botón y tendrá un layout QWERTY estándar con retroalimentación háptica. Es decir, cuando usted presiona una tecla siente una reacción del panel que le da a su cerebro el sentimiento correspondiente. Pero como es un teclado virtual el sistema está optimizado para evitar los errores de escritura más comunes (w en vez de e, por ejemplo).

Si llegó la hora para tomar notas en una reunión o una clase oprime el botón y el teclado desaparece, dejándole un canvas de casi 11″ para escribir o pintar a mano alzada. Y si lo suyo escribir en papel – pero quiere guardar una copia digital – sólo tiene que cambiar la punta del Real Pen por una de las de tinta que vienen incluidas y usarlo sobre un pad (también incluido pero puede usar cualquier papel) sobre la superficie del Yoga y este digitalizará ese contenido a la vez que usted lo deja plasmado en físico sobre la hoja (vea el video para que mire lo que se logra con menos de 5 minutos de interacción con el dispositivo).

Donde el procesador Atom es ganador es en el consumo de la batería. Lenovo habla de 13 horas con uso continuo. Las he logrado – y podría decir que incluso un poco más – sin problema alguno. Lástima que venga con un puerto MiniUSB. Y sólo con ese puerto. Hubiera sido más apropiado, creo yo, irse de una a un puerto USB C. Pero bueno.

Calificación 8/10

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Conclusión

Súper Divertido. Ese podría ser un buen resumen de mi experiencia con el Yoga Book. Divertido, versátil, ultra-productivo, novedoso, vanguardista y llamativo. Creo que es un gran equipo y creo que funciona extremadamente bien si su caso de uso lo amerita. A qué me refiero? A que claramente no es un dispositivo para un gamer ni para un diseñador de planos en 3D. Pero si lo suyo es navegar, las redes sociales, el correo electrónico y un uso estándar de aplicaciones de ofimática, sumado a la opción de poder tomar notas a mano – escribiendo y pintando con un esfero – y que estas se digitalicen, el Yoga Book es un excelente equipo. No es sólo para consumir. Para eso puede comprarse una tableta básica. Es un aparato para consumir y producir contenido para ser productivo y ágil a la vez. Pero también, y no nos digamos mentiras, es un equipo para descrestar porque es hermoso.