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Facebook: Compartir o no, darle “like” o no. Creer o no creer, he ahí la cuestión

Facebook es uno de mis lugares favoritos, de mis placeres mundanos. Y también es un sitio vicioso donde la información se reproduce sin verificación, como un virus.

 Amo Facebook. Me encanta tener a todas las personas que conozco en un solo lugar. Facebook después de Londres es mi lugar favorito del mundo. Facebook después de mi Miami, es mi hogar virtual.

Gracias a Facebook, escribo en este blog, me he reencontrado con viejos amigos y no he perdido el contacto con otros. Gracias a Facebook me he sentido acompañada en noches de insomnio y también gracias a Facebook he podido compartir mis pasiones por los libros, las recetas de cocina y las noticias.

Pero NO me meto a Facebook para:

  1. Ver fotos de niños deshauciados que nadie conoce. 
  2. Encontrar animales perdidos de dueños incógnitos.
  3. Observar “fraudes electorales” sin testigo conocido.
  4. Predicar lo que creo o para convertir a nadie.
  5. Darle like a asuntos y pedidos absurdos.
  6. Jugar juegos de cualquier especie.

Entro a Facebook para:

  1. Compartir las penas y alegrías de la vida.
  2. Buscar los animales pérdidos con dueños conocidos.
  3. Entender lo que otros en lugares distintos observa.
  4. Apoyar las iniciativas en las que creo.

Tal vez ese es el papel de las redes sociales, dejar que todos opinemos sobre lo divino y lo humano, dejar que todos compartamos sobre lo que sabemos y desconocemos. Quizás las redes sociales son para volvernos más tolerantes, para terminar de entender lo que no comprendemos del todo.

Quizás es eso y más pero en realidad, después de los acontecimientos de la semana pasada me quedé pensando, para que sirven las redes sociales en momentos políticos críticos como el que vivió Venezuela, si nos dedicamos a compartir información sin verificarla. En Facebook,  se publicaron sendas fotos sin fuente sobre el supuesto fraude. ¿Los que compartieron esas fotos lo hicieron como parte de su activismo político? Son esas fotos tan legítimas como las de nuestra “vida virtual perfecta” , como dijo un amigo alguna vez burlándose un poco de los felices que nos vemos todos en Facebook ?

@awaldraff discutía acá el tema de la credibilidad en las redes sociales ante acontecimientos políticos. Los periodistas insisten en que su trabajo es distinto al YoReporto de los ciudadanos porque verifican las fuentes, entre otras “reglas”. Mucho se ha escrito sobre ese tema y con relación al asunto del supuesto fraude en Venezuela basta leer este editorial de BBCMundo para darnos cuenta que en realidad el asunto fue y sigue siendo por lo menos, confuso.

¿Entonces qué hacer? Pues meterse a Facebook y preguntarle a los amigos que juegan de locales que es lo que está pasando. Entrar a las páginas de medios tradicionales que de una forma u otra ofrecen (o pretenden ofrecer) información veraz, y a otras redes sociales para hacer un trabajo cuidadoso y creo que personal de sopesar lo que dicen unos y otros y ahí si decidir si lo que uno publica, sin fuente, sin verificar es veraz y está acorde con sus valores personales y con el contexto de los hechos.

 

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