Hace un par de meses una foto publicada por Mark Zuckerberg (sí, el de Facebook) causó noticia por un pequeño detalle visible en el fondo de la misma. Dele un mirada a ver si nota algo “extraño”:
Si se fija en el computador, Zuck cubre la cámara (y el micrófono) con pequeñas cintas, al parecer para proteger su privacidad.
Algunos lo tildaron de paranoia, otros explicaron las razones de por qué todos deberíamos hacerlo, pero para la mayoría de las personas en el planeta el tema pasó desapercibido.
Pues bien, la semana pasada el Director del FBI, James Comey, recomendó públicamente esta práctica, indicando que se ha convertido en una práctica común entre los agentes federales y de otras entidades de seguridad del gobierno norteamericano.
“Es un pequeño paso para asumir la responsabilidad de su seguridad personal” – James Coney, Director del FBI
Y es que más allá del malware que roba información de su computador o dispositivo móvil, la proliferación de cámaras en PCs (portátiles y de escritorio) y dispositivos móviles ha abierto un tenebroso mercado negro de acceso a los feeds de estas cámaras.
El procedimiento es súper sencillo. Un usuario (incauto) recibe un mensaje o correo con un link o archivo ejecutable (puede venir disfrazado de una hoja de cálculo o un documento importante para la persona) que instala un software que sencillamente desactiva la pequeña luz que se enciende cuando la cámara está encendida y que envía fragmentos de esos feeds a los servidores de los ciber-delincuentes quienes los usan bien sea para vender dicho acceso a inescrupulosos o para extorsionar a sus víctimas.
Hace un par de años el mismo FBI desmanteló a una banda dedicada a este delito bajo una operación denominada Blackshades. En redadas en más de 18 países la entidad encontró material grabado de más de 500,000 cámaras de PCs infectados en más 100 de países y cuyo contenido era vendido en línea, permitiendo que extraños espiaran a las incautas víctimas.
Y usted, la cubre?