Una de las noticias de mayor circulación en los últimos días, tiene que ver con una disputa que tienen el FBI y Apple por el contenido del iPhone de Syed Farook, un terrorista relacionado con un reciente ataque en San Bernardno, California. Pero en su esencia, esta es una profunda discusión respecto a la privacidad de la información contenida en nuestros dispositivos personales.
Tratemos de desenredar que es lo que está pasando. Primero entendamos lo que el FBI no está pidiendo:
- El FBI no está pidiendo que Apple desencripte la información del iPhone del terrorista. No lo hace porque físicamente no le es posible hacerlo. Apple diseñó un sistema que encripta el dispositivo de forma autónoma. Es decir que no tienen la llave para abrirlo. En el año 2014 Apple implementó este sistema autónomo, muy posiblemente para protegerse contra una eventualidad como la que vemos ahora.
Así que el FBI necesita alterar algunas características de seguridad de iOS, para poder acceder aa la información de la manera tradicional. En específico hablamos de 4 asuntos:
- Evitar que el iPhone se borre a si mismo. Después de 10 intentos fallidos de ingresar una clave errónea, un iPhone regresará a configuración de fábrica. El FBI teme que esta característica borre la evidencia existente en el teléfono del terrorista.
- Que exista un método electrónico para intentar claves. El terrorista tenía una clave de 4 dígitos en su teléfono. Eso significa que hay unas 10,000 combinaciones numéricas posibles. El FBI no quiere tener que probar todas las combinaciones manualmente.
- Que no haya demoras en el ingreso de las claves. Cada vez que inserta una clave errónea en su teléfono, iOS agrega un tiempo adicional para permitir ingresar la siguiente.
- Quiere controlar el proceso, pero no saber como funciona. El FBI está dispuesto a que Apple haga lo necesario en sus laboratorios, sin poner en riesgo que el procedimiento quede en manos del público
“No es posible abrir una puerta de atrás solo para los chicos buenos” – Tim Cook
La posición de Tim Cook ha sido inamovible. Apple va a luchar contra esta solicitud en los tribunales y hasta donde sea necesario. Su preocupación es abrir una “puerta de atrás” en los dispositivos. Según Cook, la solicitud del FBI no afectaría únicamente el teléfono del terrorista, afectaría a todos los iPhones del planeta. Según Cook, “No es posible abrir una puerta de atrás solo para los chicos buenos”.
No obstante la discusión, algo que está claro es que el pedido del FBI es factible técnicamente. El problema no es hacerlo, el problema son las consecuencias de esta acción. La industria de la tecnología completa se ha unificado detrás de la posición de Apple. Sundar Pichai, CEO de Google, dice que las características de seguridad en realidad le hacen mas difícil la vida a los terroristas. Ellos se alimentan de la información que los hackers encuentran en los dispositivos ajenos.
La resolución a este problema va a tomar un tiempo largo. Con casi toda certeza el problema recorrerá todo el camino judicial hasta la Corte Suprema de Justicia. La gran pregunta es si los usuarios estamos dispuestos a entregar nuestra privacidad a cambio de la lucha institucional contra el terrorismo.