Si hay alguna empresa en el mundo tecnológico que tiene bien claro el rumbo que quiere recorrer es Nokia. A diferencia de otras épocas en las que la marca buscaba abarcar toda opción posible en el mercado, ahora se enfoca en democratizar ciertas prestaciones y llevarlas al mercado mezclado sobriedad y eficiencia en su propuesta.
Eso es más que evidente en el Nokia 7.2
De este teléfono ya habló Felipe Lizcano hace algunos días.
Es por mucho uno de los celulares más bonitos que han salido al mercado en mucho tiempo. Ese tono verde de verdad llama la atención de todo el mundo, la mayoría de los consumidores se sorprende al darse cuenta que es un Nokia! El equilibrio entre sobriedad y diseño es muy interesante.
Ahora llegó el turno de hablar de las cámaras del Nokia 7.2 y ver cómo se comportan en una prueba de campo.
Lo primero que hay que tener claro es: ¿cuáles son las prestaciones del smartphone? Cuenta con una cámara principal con un sensor de 48 MP Quad Pixel Zeiss Optics, una cámara ultra amplia de 5MP y, finalmente, una cámara gran angular de 8 MP.
Para los que no lo tienen claro, Zeiss es un gran aliado de Nokia desde hace varios años y, se trata de un fabricante alemán cuyas ópticas se han usado en todo tipo de cámaras, desde semi hasta profesionales hace ya largo rato, siendo en el caso de Nokia algo muy especial, pues a los fanáticos de la marca les recuerda la serie “Pure View” que fue tan exitosa hace algunos años.
En este caso, como es posible apreciar la propuesta de sensores y ópticas es variada. El sensor de 48 Mpx (que supera a los 41 del mítico Limia 1020), es muy bueno recopilando toda la información posible en cada toma y, es definitivamente la estrella de todo el conjunto. En condiciones adecuadas de luz, se destaca y eso se nota en el peso de cada foto que toma. Es claro que trabaja a toda potencia para capturar cada bit.
Con respecto al otro juego de cámaras, el ultra gran angular es interesante, aunque con una distorsión en los bordes que puede ser corregida en edición pero, que para la mayoría de personas, puede resultar algo confusa. En todo caso, la adaptabilidad de este lente no puede ser subestimada, una vez que se tiene esta opción, ya es muy difícil vivir sin ella.
El conjunto queda completo con el gran angular (la idea es tener toda la oferta posible en cuanto opciones en una cámara de un teléfono) sin embargo, es necesario hacer una recomendación: la interfaz de Nokia se hizo para conocerse y usarse a fondo instantáneamente. Por ejemplo, en el Bokeh o de desenfoque de fondo en modo retrato, es bastante fuerte si no se toman las acciones del caso para disminuir la intensidad del mismo. Para algunos quizás esto sea un defecto, para mí simplemente una opción que entrega el poder al usuario.
Es bien interesante la experiencia con el Nokia 7.2 de plano no es la mejor cámara para “disparar y olvidar” pero, no creo que ese haya sido el punto. La idea detrás del Nokia 7.2 es que el usuario no sólo tome una foto y ya sino, que, además, juegue con las opciones, conozca su teléfono y se familiarice con el menú. Hay potencia de sobra y opciones, tan sólo es cuestión de dedicarle unos minutos.
Es interesante ver cómo un dispositivo gama media se toma tan enserio este asunto.
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Andrés Felipe Sánchez