¿Usar Instagram o usar Vine?, he ahí una de las preguntas que mas se hacen los usuarios de las redes sociales. Instagram, el gorila de la media tonelada en este espacio, adquirido por Facebook por 1,000 millones de dólares, es el servicio que revolucionó la manera como compartimos fotos con nuestros amigos. Vine, el retador, es la mejor plataforma para compartir videos muy cortos con sus amigos. Viniendo desde esquinas opuestas, hemos visto como cada uno de ellos ha venido entrando en el mercado del otro al punto que empezamos como usuarios a sentir la presión de elegir uno o el otro.
Instagram es una historia famosa en Silicon Valley. Inició como Burbn un servicio copia de Foursquare que rápidamente pivoteó su modelo de negocio hacia el de una red social para compartir fotografías desde dispositivos móviles. Su gran éxito fue el de incluir unos “filtros” que permiten al usuario cambiar los colores de la fotografía original, de cierta manera como lo hacen quienes retocan fotografías profesionalmente y así, usando su creatividad, mejorar la calidad de sus imágenes. En términos simples, lograron hacer muy simple la fotografía digital desde un dispositivo móvil. Su éxito no se hizo esperar y rápidamente lograron agregar usuarios hasta sobrepasar la barrera de los 10 millones de usuarios en el año 2011. Fue en ese momento que se convirtieron en una de las propiedades mas interesantes del Silicon Valley, y finalmente fueron adquiridos por Facebook en una transacción muy comentada. Instagram, que sigue funcionando con independencia de Facebook anunció recientemente que entraba en el mercado de video.
Vine ha tenido un nacimiento y crecimiento mas modesto. Inició como un proyecto de dos desarrolladores y fue adquirido rápidamente en sus fases iniciales de desarrollo por Twitter, quien buscaba una buena manera de compartir video. Su llamado a la fama está sustentado en 2 de sus características. Primero, al igual que Twitter con sus 140 caracteres, Vine restringió la duración de los videos a 6 segundos. Segundo, el sistema permite grabar pequeñísimos lapsos de video, lo cual facilitó la elaboración de stop-motion vídeos. Vine se convirtió en la aplicación de video de mas rápida difusión en el mercado. Este suceso no se dio sin tropiezos. Rápidamente la red se llenó de pornografía, lo cual obligó a Twitter a cambiar los términos y condiciones de uso de la plataforma.
Aunque Instagram siempre ha sido la mas popular de ambas plataformas, desde la aparición de Vine su crecimiento en Twitter se ha estancado. Vine por su parte no para de crecer y ha venido facilitando la manera de compartir sus videos en otras redes sociales, lo cual solo ayuda a su adopción. Esto obligó a Instagram a redefinir un poco su modelo de negocio y entrar en el mercado de video. Ahora tenemos dos plataformas para compartir video, ¿cual usar? Yo creo que cada una de las plataformas es excelente en lo suyo y no hay una razón fuerte para unificar ambos servicios. Seguiré usando Instagram para compartir fotografias con mis familiares y amigos y Vine para compartir cortos videos de la misma manera.
Ud. ¿cuál plataforma prefiere? ¡Déjenos sus comentarios!
