Uno de los grandes dolores de cabeza de todos los compradores de computadores es el tema de los gráficos, ya que la gran mayoría de laptops y algunos desktops suelen traer la tarjeta de video integrada a la tarjeta madre (Mother-Board). Para los que no conocen ni requieren mucho procesamiento, dicha situación suele ser transparente, no se nota en absoluto. En cambio, para los fanáticos de jugar, modelar, procesar datos en 3D o editar imágenes de grandes dimensiones esto suele ser un dolor de cabeza, ya que los gráficos comienzan a trabarse haciendo que la interacción con el video se vuelva lenta y tediosa.
Para mejorar dicha situación algunas compañías como AMD y Nvidia han generado tarjetas independientes que manejan su propia memoria de procesamiento y suelen acelerar lo gráficos en gran manera, marcando la diferencia para quienes tiene “sed de consumo grafico en gran medida”. Ahora bien, Intel desde hace un tiempo ha empezado a marcar otra tendencia, fabricando tarjetas de video integradas que en gran medida tratan de hacer la diferencia (digo en gran medida porque todavía es muy desigual la comparación en el rendimiento de dichas tarjetas contra las independientes). Pero dicha compañía viene con “todos los fierros” dispuesta a cambiar el paradigma este mismo año, ahora mismo! (aunque en Latinoamérica posiblemente no veamos este cambio hasta el 2014).
Intel quiere dejar atrás la dudosa reputación de “HD Graphics” y por eso, ha usado todo lo aprendido en este difícil tiempo para lanzar sus nuevos gráficos Intel “Iris”, que según lo que se rumora en el bajo mundo de los “techis” pueden llegar a ofrecer el doble o el triple del rendimiento de su antecesor que acompañaba a los actuales procesadores Ivy Bridge. Esto es todo un reto, porque más de un “gamer” va a estar dispuesto a “exprimirle cada gota de rendimiento “que la nueva arquitectura le pueda ofrecer.
Analizando un poco la situación actual de la tecnología de Intel (previa a “Iris”), es importante entender que dada la infraestructura de los computadores portátiles y sobre todo en los ultrabooks, el gran problema por el cual las tarjetas integradas de Intel suele tener un rendimiento limitado es la gran cantidad de energía a disipar que generalmente disminuye las posibilidades de mantener la temperatura a un nivel aceptable (los chips mas rápidos suelen requerir demasiada refrigeración para los ordenadores portátiles más delgados y livianos).
El caso de los computadores de escritorio es bien diferente, ya que estos suelen tener un montón de espacio para enfriamiento y es aquí donde muy posiblemente “Iris” llegue a marcar la diferencia en términos de rendimiento vs costo (retorno de la inversión).
Finalmente, cabe recordar como decía mi abuela: “obras son amores y no buenas razones”, por lo mismo, hasta que dichos procesadores gráficos no se encuentren en el mercado para hacer pruebas, no es posible medir realmente que tan efectivos son. Pero si “Iris” cumple su promesa de rendimiento, a la gente de AMD y Nvidia les va a tocar empezar a tomar cartas en el asunto mejorando su oferta en materia de retorno de la inversión! Porque “no hay enemigo pequeño” y menos en un mercado como Latinoamérica donde el precio suele ser tan importante.