Cuando era un niño, la manera mas agradable de perder el tiempo era sentarme a ver televisión. Podía pasar horas frente a la pantalla, programa tras programa, algunos eran interesantes, otros no tanto, muchos eran malísimos. Solo había 3 canales entre los cuales elegir. Para efectos prácticos eran solo 2 pues el tercero era el canal educativo nacional, donde se podía hacer la primaria por TV (¿que sucedió con la primaria por TV?). Hoy miro hacia atrás y veo que en ese momento mi capacidad de consumo de contenidos era inagotable.
Adelantemos la película al año 2013 y encuentro que a duras penas veo televisión. Un partido de fútbol ocasional, las noticias si sucedió algo importante y una o dos series que capturan mi atención (mas sobre estas series en un momento). Analizo mi comportamiento, y hoy son otros medios los que concentran mi atención. Esto a pesar de que tengo acceso directo a cientos de canales de televisión con programación especializada acerca de prácticamente cualquier tema. Mi punto de inflexión sucedió en el verano del año 2000. Tuve la oportunidad de trabajar en un banco de inversión de Nueva York. Trabajaba horarios absurdos, llegaba temprano en la mañana para recibir las presentaciones y modelos que había construido para un negocio, y los pasaba a mi jefe, quien durante el día los revisaba y me los regresaba hacia las 5PM o 6PM para que los corrigiera. Entre las 9AM y las 5PM era necesario encontrar en que ocuparse, pues el negocio estaba lento y no había mucho que hacer, pero tampoco era posible abandonar el escritorio, pues en cualquier momento recibíamos una llamada para integrar algún equipo de trabajo. Ese fue el momento en que me hice adicto al internet.
Me dí cuenta que encontrar contenidos en internet es un trabajo serio. ¿Cuantos sitios visita ud. en un día?, ¿3 , 4, 10? Las mismas 5 paginas de internet que revisaba continuamente en aquel momento no parecían actualizarse lo suficientemente rápido. En el descanso de internet, junto al botellón de agua, uno de mis compañeros de trabajo, experto en quemar este tiempo muerto, me mostró una herramienta en internet, de la cual no recuerdo el nombre, que cambió mi vida en ese momento. La herramienta era de lo mas interesante, uno ponía un tema en una casilla, y este servicio redirigía el navegador a paginas relativas al tema. Luego de leer la pagina, hacia click en un botón y el servicio me llevaba a una nueva pagina. Ahora ya podía pasar horas leyendo en internet. No se si este servicio aún funciona. Creo que no.
¿Qué se puede hacer hoy en internet? Puede pasar horas leyendo su timeline de Twitter o Facebook, puede leer casi cualquier periódico o revista de publicación masiva en el mundo, o hasta puede, como hace un buen amigo a diario, mirar avisos clasificados gratis en Colombia en busca de la viuda herida que regala un carro que le heredó el difunto a su amante. Yo me he dado cuenta, sin embargo, que en realidad no paso mi tiempo en internet, en realidad lo paso en mis dispositivos, que se alimentan de información de internet. Pero cada vez uso menos mi navegador. Si voy a Facebook o Twitter, uso las aplicaciones nativas. Para leer información de revistas y periódicos están las aplicaciones lectoras RSS. Volvamos al ejemplo de las 2 o 3 series de mi interés. Aunque las consumo a través del televisor, no las estoy viendo como parte de una programación establecida de un productor, las estoy viendo en streaming por internet, usando Netflix, YouTube o algún otro servicio, o las estoy bajando para consumirlas mas tarde según mi conveniencia. Todo sucede sobre las aplicaciones de mi dispositivo, no sobre mi navegador, que pareciera va camino a la obsolescencia.
La linea entre el internet, el software y su dispositivo es cada vez mas tenue. Internet es un servicio, las aplicaciones un medio y el dispositivo, la pantalla. Los 3 unidos son una propuesta ganadora, elimine uno de estos 3 factores y su experiencia cambia radicalmente a algo similar a mi niñez. La competencia entre los servicios por capturar su atención está migrando hacia la aplicación mas popular, en el dispositivo mas popular. Mi esposa no estaba muy interesada en internet hasta que le regale un smartphone donde instaló whatsapp, ahora creo que es adicta. Si la ve por la calle, pregúntele que navegador usa. Estoy seguro que ella no sabe.
¿Como pasa ud. su tiempo en internet?
