Siempre que hay un lanzamiento de Apple el hardware tiende a llevarse todas las miradas y a opacar las nuevas características del software que permite que esos dispositivos ofrezcan una experiencia diametralmente diferente a la de sus competidores (no en vano Apple lleva años describiéndoselos como una compañía de Hardware, Software y Servicios que trabajan perfectamente entre sí).
Con el lanzamiento del nuevo iPad Pro, y en especial con el lanzamiento del Magic Keyboard, creo que ha “pasado de agache” una de las funcionalidades más interesantes que Apple ha traído a su plataforma móvil. Es más, me atrevería a decir que puede llegar tan o más importante que cuando la compañía introdujo la funcionalidad de Copy/Paste en iOS.
Una de las características más interesantes de iPasOS 13.4 es la introducción formal de un sistema de puntero, un cursor real que potencia aún más lo que se puede hacer con un iPad. Con cualquier iPad. No tiene que ser el nuevo iPad Pro. Ni siquiera tiene que ser un modelo Pro. Cualquiera de los iPad que reciben la actualización (o sea desde el iPad Mini 4 y el iPad de 5ta generación en adelante) ahora tiene la opción de utilizar un mouse o un trackpad.
Con iPadOS 13.4 cualquier iPad puede usar la funcionalidad de cursor
Pero Apple no introdujo un cursor normal. No es un port de lo que ofrece macOS. Y he ahí lo interesante de esta implementación.
El nuevo cursor de iPadOS es (mucho) más que un puntero. Es un elemento propio de diseño -del UI del sistema operativo- que cambia contextualmente, que se transforma, dependiendo del elemento con que interactúa o al cual se acerca.
Un elemento que cambia de color cuando es necesario y que pareciera adherirse, atraerse como un imán, a los botones a los que se acerca. Cuando lo hace deja desaparece, o mejor, se convierte en el botón. De cursor (redondo) a botón a placeholder vertical de texto. Así se ve:
Es extraño pero a la vez super natural. Es una mezcla del puntero tradicional con la experiencia de un navegador web pasando por la forma en que el Apple TV muestra los íconos de las aplicaciones cuando uno las selecciona.
La transformación del cursor en el botón es una clara evolución del modelo predictivo que hizo del teclado del iPhone original el éxito que fue. El sistema analiza la trayectoria del cursor y lo transforma en la medida en que se acerca a los botones haciendo clara la intención, la acción disponible, el lugar en el que está y las posibilidades que ofrece.
Será una de esas características que unos aman y otros odian profundamente mientras que la mayoría no se enteran que pueden tener.
No tengo el nuevo iPad Pro ni el Magic Keyboard. Estoy usando mi iPad Pro 2018 con mi teclado tradicional y un Magic Trackpad viejito que compré en algún momento en el que teníamos un iMac un mi casa. Y aunque se que la experiencia que ofrece este setup no es ni la mitad de la que ofrece el Magic Keyboard nuevo, y que muchas de las funcionalidades no están disponibles, debo decir que es altamente satisfactoria y que creo que tendrá repercusiones inmensas para el ecosistema.
Creo que permitirá a más personas a ver el iPad como su computador perfecto. Creo que abrirá nuevas posibilidades de uso más “tradicionales” sin perder la versatilidad que lo ha mantenido como líder de la categoría. Y que podría llevar a Apple piense en llevarlo a macOS. Algo que sería super cool.