Lo Wow!

• El Volumen
• La duración de la batería
• Bien construido

Lo Mmm…

• Cable para cargar es corto
• Tiempo de carga parece eterno

Para Quién

• Personas que estén buscando potencia y duración en un parlante portátil a un buen precio

La Experiencia

Hace unas semanas el parlante que tenía en mi ducha (sí, confieso que amo escuchar música mientras me baño) se dañó luego de varios años de uso (y abuso). Salí pues a buscar algo que me sirviera en la ducha pero que pudiera llevar a la finca, a paseos y – por qué no? – usar en la oficina y en la cocina. 

Quería un parlante portátil que funcionara con mi smartphone y con mi computador, que no necesitara estar conectado para funcionar y que si se mojara no fuera a estallar o a fundirse. 

Ah! Y que no me costara un riñón. 

Buscando me encontré el Crasher XL de JLab, un parlante inalámbrico portátil con Bluetooth 4.0 y un diseño bien robusto, que por USD 99 me pareció podía ser una buena inversión. 

Y la verdad es que luego de 2 semanas de usarlo me he dado cuenta que fue una mejor inversión de lo que originalmente pensé. Razones hay varias pero las 2 principales son su potencia y la duración de su pila. 

Con 3 drivers y 2 subwoofers pasivos, el CrasherXL lanza sus 30 vatios de sonido de una manera poco esperada. Es más, la compañía asegura que es 88% más potente que su competidor directo (el JBL Flip 3). El sonido es claro, contundente y los bajos retumban animadamente. 

He encontrado que si la batería está baja y el volumen está alto se genera algo de distorsión en algunos sonidos y aunque a mí no me molestó uno de mis compañeros – que sí es audiophile – dijo escuchar cierta distorsión en algunos sonidos. 

Hablando de la batería, este sería el otro “Plus” del Crasher XL. Con 5,200mAh el equipo ofrece 13 horas de autonomía, aunque si la conexión es inalámbrica encontré que cerca de las 11 horas de uso continuo el equipo requería de una carga. Es más que suficiente para un día de playa o para una fiesta así que no me generó muchas preocupaciones. Eso sí, cuando lo tenga que cargar tenga paciencia. El dispositivo requiere de 6 horas para estar completamente cargado algo que si requiere hacer en medio de una fiesta será toda una eternidad.
  
Con una certificación IPX6, el Crasher XL es lo que los norteamericanos llaman splash-proof, es decir que no puede meterlo en la piscina pero si se moja no le pasará nada. Es más, si por alguna razón lo ensucia lo puede meter debajo del grifo rápidamente para limpiarlo. 

Los botones son claros: prender / apagar, play, avanzar, retroceder, subir y bajar el volumen. Y son grandes, como me gusta (por aquello de que soy bien ciego). Al encender el Crasher XL este activa el bluetooth pairing y conectarlo a cualquier dispositivo es, simplemente, idiot-proof. 

El diseño es robusto, se siente fuerte y bien construido. La mezcla de metal y caucho le da agarre y presencia y pareciera contribuir a una mejor difusión del sonido. 

Viene en Azul y Negro, ambos super bonitos. Tiene un cordón para cargarlo o colgarlo fácilmente y – solo hasta ayer me di cuenta – tiene una rosca estándar para ponerlo en un trípode (algo que no se me había ocurrido pero que traté anoche y que creo funcionaría super bien en una fiesta). 

Calificación 8/10

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Conclusión

Excelente opción el rango de los USD 100. Buena relación costo / beneficio. Súper recomendado.