Desde el inicio de mi experiencia en TECHcetera he tenido la posibilidad de conocer y probar una gran variedad de cámaras digitales, que van desde las más básicas, pasando por otras más avanzadas como la Alpha A99 que, en su momento, llegó a ser el “buque insignia” del fabricante (el papá de las cámaras), enfocado en el segmento de los semi-profesionales que buscaban un sensor de fotograma completo incluído en un cuerpo robusto, con una gran cantidad de controles externos y personalizados (en caso de problemas para visualizar el video de la Alpha A99, hacer clic aquí).
Pese a lo especial que era la Alpha A99, la tecnología cambió mucho hasta cuando llegó el momento en el cual “sentí que a mi relación con la A99 le faltaba o le sobraba algo”! Pasó el tiempo y nos distanciamos de la A99, sin saber exactamente cuál era la pieza por cambiar o mejorar.
Lo anterior, me dejó un “sinsabor” en la boca; pero, al ver la Alpha 7, todo fue muy claro! Y aunque suene un poco cruel, me di cuenta de que a la Alpha A99 “le faltaba ir al gimnasio” porque estaba “un poco pasadita de kilos”. Eso hizo que mi espalda pusiera la queja en repetidas ocasiones durante las arduas jornadas de trabajo en los eventos como el #CES. Al tenerla en mis manos y tomar unas pocas fotos con la Alpha 7, inmediatamente se hizo evidente que “a veces menos es más” y, sobre todo, en el caso del peso de un dispositivo que, fácilmente, puede llegar a cargarse por horas seguidas en un día de trabajo en campo.
Para no sentirme tan mal, empecé a intentar auto-convencerme que el tamaño no es tan importante, que a veces la forma, el estilo o el nivel de “cheveridad” es lo que más resalta pero, dadas las circunstancias, después de echar un breve vistazo al siguiente modelo de Sony, la Alpha A7R, quedé aún más confundido! Analizando un poco lo que me comentaba el experto de Sony sobre las cámaras, cuyo tamaño del sensor es grande (en este caso de 35 mm, uno de los más grandes del mercado) pueden producir mejores fotografías. Además cada vez las benditas cámaras tienen mandos de control relativamente más sencillos (para el que sabe de fotografía la curva de aprendizaje va a ser muy breve; en mi caso, puede tardar un poco más pero, igual para mi fortuna, existe la facilidad de tomar “tremendas” fotos usando el modo automático) con dos perillas una para valor de exposición y la otra, que es el “dial”, la cual da ordenes clásicas para cambiar el “modo”.
Ahora bien, aunque muchos modelos tienen los mismos servicios, no todos poseen un diseño compacto y sobre todo liviano (vuelve mi obsesión con el tamaño)! Tal como lo mencionaba anteriormente, en el mercado hay muchas cámaras que tienen todos los juguetes pero que están pasaditas de peso (como el caso de la A99). Por lo mismo, decidí poner a prueba esa frase que dice: “toda escoba nueva barre bien” y opté por tener algo de intimidad con la Alpha A7R, para empezar a explorarla, entenderla y tratarla con cariño para ganar su confianza! He aquí el video (al estilo paparazzi) sobre nuestro primer encuentro (en caso de problemas para visualizar el video de la Alpha A7R, hacer clic aquí):
Lo peor de todo fue que, al mejor estilo del dicho que profesa “siempre el pasto del vecino es más verde”, apenas me gané la confianza de la A7R apareció una nueva versión mejor (la Alpha A7S) y después otra, con más juguetes aún! Me siento la persona más infiel del mundo. No me puedo conformar con un sólo modelo, aunque después de escuchar el precio de la A7RII, es posible que hasta ahí llegue mi infidelidad
(en caso de problemas para visualizar el video de la Alpha A7S, hacer clic aquí).
(en caso de problemas para visualizar el video de la Alpha A7RII, hacer clic aquí).