Ayer escribí sobre el lanzamiento de pagos digitales de WhatsApp en Brasil y una amiga me escribió preguntándome por qué me parecía importante el anuncio y qué impacto puede tener esto en la economía de la región.
La respuesta es fácil:
Este es el futuro
Es el futuro de los pagos, de las compras, de la economía, del B2C (negocios a clientes finales) y del P2P (persona a persona).
¿Cómo lo se? Porque es el modelo de pagos que más usa en China y en Japón y es el modelo de inclusión financiera más exitoso en países subdesarrollados, incluidos varios en Africa (en donde funciona a través de mensajes de texto desde hace años). Porque el modelo de Social Sellers – esas personas que venden a través de redes sociales – tiene más de 40 millones de “vendedores” en América Latina y porque es uno de los fenómenos que más ha crecido en los últimos años (la mayoría de ellos vende en línea pero factura en el mundo físico).
Arranquemos con Africa
El Africa sub-sahariana es responsable hoy de cerca del 46% del total de transacciones de dinero móvil en el mundo. Sin contar con las soluciones respaldadas por bancos, en la región se transaron más de USD 26,800 Millones.
Un mercado en el que millones de personas no bancarizadas hacen transacciones con dinero electrónico gracias a las Telcos liderado por M-Pesa.
La gente paga vía mensajes de texto asociados a sus tarjetas SIM, que funcionan en realidad como una billetera virtual. Los negocios reciben esos pagos y pagan sus comisiones pudiendo usar el remanente para pagar por sus propios productos y servicios o monetizándolos por medio de las instituciones financieras con las que el operador tenga convenios.
Una mirada al mercado en China
El país más poblado del mundo, la segunda economía más grande del planeta y uno en el cual el 98% de los habitantes de las zonas urbanas utiliza sus dispositivos móviles para realizar pagos, según un estudio reciente. Un mercado en el que menos del 5% del total de transacciones físicas utilizan dinero físico.
En 2019, los pagos digitales en China crecieron 50% y llegaron a más de ¥3,8 Trillones (USD 540 Billones). Un décimo de ellos si hicieron vía pagos móviles, siendo Alipay y WeChat Pay los grandes líderes.
Sólo los ancianos y los turistas pagan en efectivo, viéndose en muchos casos en aprietos para hacerlo pues cada vez con más los establecimientos de comercio que sólo reciben pagos digitales.
Piense en un modelo en el que usted manda, recibe y mantiene dinero digital en su billetera virtual, asociada a sus redes sociales. Dinero que de todas formas no ganaría muchos intereses en una cuenta de banco pero por la cual el usuario seguramente pagaría comisiones y fees.
¿Si todos los comercios y servicios con los que usted interactua reciben Alipay o WeChat Pay para qué necesita sacar su dinero del ecosistema? ¿Si pasarle plata a su conyuge, a un compañero de trabajo o un amigo es gratis y sólo requiere que usted presione un botón, para que involucrar una entidad financiera?
Lo que han logrado AliPay y WeChat es convertirse en SuperApps. No sólo redes sociales para compartir contenido y escribirse con amigos. Son el medio para todo: ¿Necesita un taxi? Le pide por WeChat y lo paga por WeChat Pay. ¿Quiere almorzar algo nuevo y delicioso? Le pregunta a la aplicación que recomendaciones hay basadas en su ubicación y en sus gustos y esta le mostrará las opciones, le dará las indicaciones para caminar hasta el local, le mostrará el menú para que vaya escogiendo y al llegar hace su pedido por el App y paga con el código QR que tiene el establecimiento al lado de la caja.
(Este modelo es lo que busca Rappi con el lanzamiento de RappiPay del año pasado)
El Efecto Whatsapp
Si bien el anuncio de Whatsapp es, por ahora, sólo para los usuarios de Brasil es claro que la compañía tiene intenciones globales.
WhatsApp tiene, hoy por hoy, más de 2.000 millones de usuarios a nivel mundial y es la plataforma de mensajería más utilizada en 138 países.
De esos, más de mil millones se conectan a diario a la plataforma y envían 29.000.000 millones de mensajes CADA MINUTO de CADA DÍA. A eso súmele los más de 2 mil millones de minutos de llamadas / videollamadas que se hacen a diario.
Son millones las pequeñas tiendas y social sellers que ya tienen un canal de ventas de Whatsapp y durante la pandemia vimos cómo muchos de los grandes retailers abrieron canales de atención en la plataforma. ¿Por qué? Porque es ahí donde están sus usuarios. Y lo único que no hacen en la plataforma es pagar. ¿Cuál puede ser el efecto de poder pagar dentro del chat? ¿Cuántas ventas adicionales se pueden asegurar si una vez terminada la negociación -que ya se hace en Whatsapp- se realiza el pago? ¿Cuánta gente que hoy tiene pagar comisiones exorbitantes a Western Union y a los demás operadores de remesas se pueden ver favorecidas si pueden enviarle plata a sus seres queridos por Whatsapp con costos muy inferiores?
Algunos piensan que este anuncio cambiará por completo el comercio, y están en lo cierto. Pero en donde puede llegar a tener un impacto real es en el mercado financiero, en la inclusión de los más de 1700 millones de adultos en el planeta que hoy no están bancarizados. En los millones de pequeños negocios que no tienen plata ni tiempo ni conocimiento para montar una tienda pero que durante la pandemia han comenzado a atender clientes por medio de redes sociales y aplicaciones de mensajería. Ahí es donde es importante es este anuncio y ahí es donde veremos por que los USD 19 mil millones que pagó Zuckerberg por Whatsapp en 2014 fue una buena inversión.