Luego de años de letargo las autoridades gubernamentales norteamericanas han decidido actuar en contra de la posición hegemónica y monopolística de Facebook.
El día de ayer se presentaron 2 demandas diferentes en contra de la compañía: una de parte de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FTC) y otra co-firmada por 48 de los 52 Estados de la Unión Americana y liderada por la Fiscal General de Nueva York, Tish James.
La base de ambas demandas es la misma: Facebook ha aprovechado su posición dominante para eliminar de tajo cualquier competencia, bien sea por medio de la adquisición de startups (como Instagram o WhatsApp) o por medio del bloqueo a funcionalidades de integración criticas que han llevado a que compañías otras redes sociales (como Vine) no puedan crecer y amenazar el negocio de Facebook.
Es algo a lo que se le ha denominado “Buy or Bury Strategy” (una estrategia de compra o entierra) y que está soportada, entre otros, en varios correos enviados en el 2012 por Mark Zuckerberg al entonces CFO de Facebook, David Ebersman, en la que es explícito al indicar que la compra de pequeños competidores le permiten a la compañía “comprar tiempo” al neutralizar posibles competidores y que fueron revelados hace un par de meses luego de una audiencia liderada por el subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
El otro pilar de las demandas se centra en si con las adquisiciones los consumidores se vieron afectados, especialmente en términos de privacidad, y cómo la compañía ha utilizado la información que recoge de cada una de las plataformas que ha adquirido para aumentar aún más su poder.
Es más, en el caso de la demandas de los Estados, es clara la preocupación por la forma en como Facebook “espía” a sus usuarios incluso por fuera de la plataforma (algo por lo que Facebook y Apple están peleando precisamente en este momento).
A diferencia de demandas anteriores, que buscaban la imposición de multas, estas tienen un fin claro y específico: declarar como ilegales las adquisiciones de Instagram y WhatsApp y obligar a la compañía a separarse en 3 entidades diferentes.
Sería la primera vez, desde 1984 cuando el Gobierno Norteamericano llevó a la disolución del monopolio conocido como el Bell (Telephone) System y su escisión en 7 compañías diferentes, en que se abre un proceso de esta envergadura.
Las demandas buscan, además, que cualquier futura adquisición de parte de Facebook sea revisada y aprobada, a priori, por la FTC y que se de una supervisión más estricta de los reportes de cumplimiento de actividades antimonopolísticas de parte de la compañía.
Diferentes voces del espectro legislativo estadounidense han celebrado las demandas, dentro de las que se destaca la senadora Elizabeth Warren quien basó su (fallida) campaña a la presidencia de los Estados Unidos precisamente en desmembrar a los gigantes tecnológicos.
For nearly two years now, I’ve been calling to #BreakUpBigTech—including Facebook. I’d said before that the purchases of WhatsApp and Instagram should never have been approved and need to be reversed. Today, the FTC and 48 states agreed. https://t.co/asel3QGCbD
— Elizabeth Warren (@ewarren) December 9, 2020
Facebook ha respondido indicando que esto es “historia revisionista” y prometiendo defender lo que han catalogado como un modelo de negocio exitoso.
“Las leyes antimonopolio existen para proteger a los consumidores y promover la innovación, no para castigar a las empresas exitosas. Instagram y WhatsApp se convirtieron en los productos increíbles que son hoy porque Facebook invirtió miles de millones de dólares y años de innovación y experiencia para desarrollar nuevas funciones y mejores experiencias para los millones que disfrutan de esos productos. El hecho más importante en este caso, que la Comisión no menciona en su denuncia de 53 páginas, es que autorizó estas adquisiciones hace años. El gobierno ahora quiere una nueva versión, enviando una advertencia escalofriante a las empresas estadounidenses de que ninguna venta es definitiva. Las personas y las pequeñas empresas no eligen utilizar la publicidad y los servicios gratuitos de Facebook porque tienen que hacerlo, sino porque nuestras aplicaciones y servicios ofrecen el mayor valor. Vamos a defender enérgicamente la capacidad de las personas para seguir tomando esa decisión”
– Jennifer Newstead, Vicepresidenta y Directora Jurídica de Facebook
Sin embargo, tal y como resalta Tim Wu, periodista y profesor en Columbia University, la FTC nunca aprobó las compras de Instagram y WhatsApp; sencillamente declinó, en su momento, tomar acciones, lo cual no impide que hoy tome medidas y menos cuando ha recogido pruebas de las razones -ilegales- detrás de las adquisiciones y de los efectos nocivos de las mismas para los consumidores finales, para los clientes de la plataforma y para los competidores.
A major mistake that the press is making about Facebook: The FTC @FTC never “approved” the mergers of Instagram / WhatsApp. It declined to bring an enforcement action at the time. As in any law enforcement, that is irrelevant to future prosecution (See, eg, Jeffrey Epstein)
— Tim Wu (@superwuster) December 9, 2020
Será un proceso largo, tedioso y en el que dudo mucho que se llegue a la tan publicitada escisión. Pero la demanda tendrá efectos gigantes en el landscape tecnológico, en la competencia en el segmento de redes sociales y en la manera de actuar no sólo de Facebook sino de Google, quien también enfrenta su propia demanda.