Aunque usted no lo crea, tener un Smartwatch y prácticamente cualquier Cosa Conectada que genere y almacene datos a su alrededor tiene sus retos y puede llegar a venderlo (literalmente)! Al igual que cualquier otra innovación, un reloj inteligente tiene sus niveles de dificultad no sólo en materia de integración con la realidad del usuario sino, también, en materia de seguridad.
Puede que este concepto no parezca importante pero, imagínense el siguiente escenario: “por cosas de la vida” el seguro recibe la data de su Smartwatch y empieza a darse cuenta de sus malos hábitos en materia de sedentarismo, rutinas de sueño y hasta el manejo del estrés. Aunque tal situación pueda sonar pintoresca, es muy probable que suceda y, al año siguiente, el valor de su póliza de vida suba exponencialmente. En ese momento, seguramente usted, señor lector, va a sentir que su privacidad ha sido vulnerada y que, muy posiblemente, tendrá que cambiar de compañía de seguro con todo los aburridos procedimientos y costos que eso puede llegar a acarrear.
Ahora bien, no sólo se trata de la privacidad, la seguridad también es un factor supremamente importante, dado que, muchos smartwatches están vinculados a sistemas de pago in contacto que, incluyen nada más y nada menos que, los datos de la tarjeta de crédito de los usuarios. Así las cosas, hay que conocer las medidas disponibles para resguardar la información y borrar estos dispositivos en caso de perdida o robo.
Existen muchas variables (además del costo) que se deben tener en cuenta antes de salir corriendo a comprar un Smartwatch, por lo mismo, hemos invitado al investigador experto de Eset Latinoamérica para aclarar muchas de las preguntas más relevantes al respecto.
¿Cuáles son las recomendaciones a nivel de seguridad de un Smartwatch?
Vale la pena recordar que todo dispositivo es susceptible de ser vulnerado, por lo mismo, es importante tener en cuenta lo siguiente antes de proceder a comprar uno e, incluso, durante la vida útil del Smartwatch:
- Validar la reputación del fabricante,
- Revisar la vida útil del dispositivo en cuestión a nivel de actualizaciones, parches y soporte,
- Activar el bloqueo de los dispositivos,
- Habilitar un segundo factor de autenticación,
- Limitar las opciones de emparejamiento,
- Validar donde se almacenan los datos (en la nube o en el dispositivo),
- Sólo descargar Apps de las tiendas oficiales,
- No alterar o rootear los dispositivos,
- Validar si la data está encriptada,
- Revisar la política de privacidad de la data generada: ¿Quién tiene acceso a los datos y con qué fin?
- Desactivar las funciones que no se usan (Bluetooth, localización y demás…),
- Revisar los permisos de acceso de las Apps,
- Actualizar el firmware y las apps a su última versión constantemente,
- Desactivar las funciones innecesarias,
- Leer el manual de instrucciones antes de empezar a usar el dispositivo,
- En caso de perdida o robo proceder a borrar el dispositivo remotamente,
- Actualizar las contraseñas periodicamente.
