Para nadie es un secreto que el sueño de ver flotas de carros autónomos que lleven eficientemente a las personas a sus destinos ha capturado la imaginación de los consumidores y ha impulsado miles de millones de dólares en inversiones en los últimos años. Sin embargo, incluso luego de algunos reveses que han retrasado los plazos para el lanzamiento de vehículos autónomos (AV) y retrasado la adopción por parte de los clientes, la comunidad de la movilidad aún está de acuerdo en general en que la conducción autónoma (AD) cuenta con el potencial de transformar el transporte, así como el comportamiento del consumidor y la sociedad en general.
Debido a esto, la conducción autónoma podría crear un valor enorme para la industria automotriz, generando cientos de miles de millones de dólares antes de finales de esta década, según ha mostrado la investigación de McKinsey. Sin embargo, para aprovechar los beneficios comerciales y para el consumidor de la conducción autónoma, los fabricantes de equipos originales y los proveedores de automóviles pueden necesitar desarrollar nuevas estrategias comerciales y de ventas, adquirir nuevas capacidades tecnológicas y así mismo, abordar las preocupaciones sobre la seguridad.
Conducción autónoma
Vale la pena señalar que este informe, que se centra en el segmento de vehículos privados de pasajeros del mercado de AD, consigue examinar el potencial de las tecnologías autónomas para revolucionar el mercado. Incluso, hay que acotar que el mismo también describe los factores críticos de éxito que todo OEM, proveedor y proveedor de tecnología debe conocer para ganar en el mercado de automóviles de pasajeros AD.
AD podría generar un valor sustancial para conductores, la industria automotriz y la sociedad
La conducción autónoma (AD) podría revolucionar la forma en que los consumidores experimentan la movilidad. Los sistemas AD pueden hacer que la conducción sea mucho más segura, al mismo tiempo que cómoda y agradable. Incluso, para los empleados con desplazamientos largos, conducir un vehículo autónomo podría aumentar la productividad del trabajador y acortar la jornada laboral.
También podría mejorar la movilidad de los conductores mayores, brindándoles opciones de movilidad que van más allá del transporte público o los servicios de uso compartido de automóviles. Vale la pena mencionar que entre otras cosas, la seguridad también podría aumentar, y un estudio muestra que la creciente adopción de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) en Europa podría reducir el número de accidentes en aproximadamente un 15% para 2030.
Junto con estos beneficios para el consumidor, la AD también puede llegar a generar valor adicional para la industria automotriz. Hoy en día, la mayoría de los automóviles solo incluyen funciones ADAS básicas pero, se vislumbran avances importantes en las capacidades AD. En última instancia, los vehículos alcanzarán el nivel 4 (L4) de la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE), o control sin conductor, bajo ciertas condiciones. Según se conoce, los consumidores quieren acceso a las funciones de AD y están dispuestos a pagar por ellas, según una encuesta de consumidores de McKinsey de 2021.
La creciente demanda de sistemas AD podría generar miles de millones de dólares en ingresos. Los vehículos con capacidades de Nivel 2+ (L2+) basadas en lidar contienen en un aproximado entre $1,500 y $2,000 en costos de componentes, e incluso más para automóviles con opciones de Nivel 3 (L3) y L4. Según el análisis de McKinsey, según el interés de los consumidores en las funciones de AD y las soluciones comerciales disponibles en el mercado actualmente, ADAS y AD podrían generar entre 300 mil millones y 400 mil millones de dólares en el mercado de automóviles de pasajeros para 2035.
El apoyo regulatorio es fundamental para los carros autónomos
No cabe duda de que el apoyo de los reguladores es fundamental para superar los problemas de seguridad de la AD, crear un ecosistema confiable y seguro e implementar estándares globales. Hasta el momento, la mayoría de los funcionarios públicos han abogado firmemente por la inclusión de capacidades ADAS en las regulaciones existentes, sentando las bases para la conducción autónoma. Esto ha dado como resultado una penetración mucho mayor de las funciones, tanto en turismos como en vehículos comerciales.
Según se conoce, ya existe suficiente regulación para permitir a las empresas poner a prueba servicios de lanzaderas automáticas en ciudades, principalmente en Estados Unidos, China, Israel y ahora en Europa. Las empresas continuarán sus ciclos de prueba y aprendizaje con los pilotos de los robo-shuttle y pasarán a una fase de operaciones estables durante los próximos años. Sin embargo, todavía faltan estándares globales sobre las funciones AD para su uso en vehículos privados, aunque muchos reguladores están trabajando en ello.
Tecnologías de los carros autónomos tienen un enorme potencial
Las nuevas tecnologías de AD poseen un enorme potencial para proporcionar nuevos niveles de seguridad y comodidad para los consumidores, pueden generar un valor significativo dentro de la industria automotriz y transformar la forma en que las personas viajan. Al mismo tiempo, la dinámica y rápida evolución del mercado de turismos AD está generando altos niveles de incertidumbre. Todas las empresas de la cadena de valor (desde fabricantes de automóviles y proveedores hasta proveedores de tecnología) tienen que tener estrategias bastante claras al mismo tiempo que bien alineadas. Las empresas que busquen ganar en el mercado de vehículos de pasajeros autónomos podrían beneficiarse de una propuesta de valor específica, una visión clara de hacia dónde se dirige el mercado (incluidos escenarios bien desarrollados que abarquen los próximos 10 años como mínimo) y una comprensión de lo que quieren los consumidores.
Las empresas deben evaluar sus posiciones iniciales en comparación con sus objetivos y prioridades comerciales a más largo plazo. El resultado tiene que ser una estrategia de cartera de AD, una hoja de ruta de funciones y, así mismo, un plan de implementación detallado que aborde cada factor crítico de éxito. Es probable que las empresas se beneficien al asegurar capacidades clave, renovar la organización, así como actualizar los procesos internos y desarrollar relaciones externas con socios y reguladores.
Dado que los OEM revisan de forma periódica los cronogramas para el lanzamiento de nuevos vehículos AD, es posible que las empresas también necesiten revisar y actualizar con frecuencia sus estrategias comerciales. El éxito en AD no es un hecho. Pero para hacer realidad toda la promesa de la conducción autónoma, las empresas y también los organismos reguladores con visión de futuro pueden allanar el camino.