Si me guío por lo que encuentro en las redes sociales, los Juegos Olímpicos marcaron un fracaso monumental para NBC, la cadena televisiva dueña de los derechos de transmisión para Estados Unidos. Según leo, los ratings cayeron mas de 20% frente a la misma medición en los Juegos de Londres 2012. Cuando se mide frente al segmento de 18 a 48 años, el mas atractivo para los anunciantes, la caída es aún mas vertiginosa, 25% juegos a juegos.
Es el escenario de pesadilla que el CEO de NBC predijo un par de meses antes de los Juegos.
“Nos levantamos un día y el rating de los Juegos ha caído 20%. Si esto sucede, mi predicción es que los millennials estuvieron en una burbuja de Facebook o Snapchat y no se dieron cuenta que los juegos sucedieron” – Steve Burke, CEO NBC
Si bien es cierto que los millenials tienen sus intereses puestos en otros medios diferentes a la televisión, no estoy seguro de que haya un desinterés total por los Olímpicos entre ellos. Simplemente creo que NBC se equivocó en los supuestos que usó para transmitir los juegos.
Desde el fracaso televisivo de los Juegos de Atlanta 96, NBC cambió su manera de transmitir los Juegos. Desde ese entonces han hecho un énfasis especial en mostrar las historias detrás de los competidores, mas que la competencia misma. Por esta razón algunos eventos no se transmiten en vivo. Así, NBC graba los eventos y edita la transmisión para mostrarla mas tarde en los horarios prime time de sus mercados.
Si viviéramos en un mundo diferente tal vez hubiera funcionado para NBC. Es cierto que las historias de los competidores son interesantes e importantes. Pero también lo son la sorpresividad de los resultados. Todos queríamos ver si Phelps o Bolt eran capaces de ganar otra medalla de oro. Así que usando usando tecnologias disponibles hoy para cualquier persona, pudimos encontrar el momento que estábamos buscando cuando y donde contenido queríamos ver.
Es un cambio trascendental en la manera como consumimos televisión y que ya hemos implementado con la universalización de Netflix. Gracias a Netflix vimos nacer el término “binge watching”, que significa ver varios (o todos) los episodios de una serie uno detrás del otro. De hecho Netflix no libera los episodios de sus series semana a semana, como lo hacen todos los demás. ¡Libera todos los episodios el mismo día! Es el final de los esquemas de telenovela.
De la misma manera, gracias a los DVRs, Plex, Hulu, Sling, Periscope, etc… podemos ver lo que queremos ver cuando lo queremos ver. No tenemos que esperar a que lo estén presentando. La programación y en especial el “tape delay” dejó de tener sentido.
Así que para desgracia de NBC, lo que sucedió es que los millenials vieron sus eventos a través de su móvil y luego recopilaron esas historias que contextualizan el evento a través de los blogs y redes sociales. ¡El valor que proveía NBC se diluyó completamente en cuestión de 4 años! Ese es el futuro de la televisión. Por eso no es extraño que Univisión haya comprado a Gawker Media recientemente.