Durante los últimos años, los proveedores han venido haciendo un trabajo para convencernos que en realidad no necesitamos planes de datos ilimitados. El argumento principal de los proveedores es que la banda ancha es un recurso limitado y quienes abusan de su uso dañan el servicio para todos los demás. Un estudio realizado en Inglaterra demuestra que en realidad no es así.
Diffraction Analysis, un Think Tank de telecomunicaciones, publicó un estudio recientemente donde se concluye que los grandes consumidores de banda ancha no son los culpables de la degradación del servicio durante las horas pico de trafico (cuando la red esta al 75% o mas de su capacidad).
De acuerdo al estudio, durante las horas pico, cuando el servicio tiene una probabilidad mas alta de degradación, los mayores consumidores de banda ancha unicamente contribuyen al 14.3% del trafico total. Y de estos usuarios solo el 50% usan su conexión durante estas horas. Es decir que en realidad el problema de degradación se debe a la sobrecarga de red por el número de usuarios mas no por el consumo de los mismos durante estas horas.
Esta conclusión lleva a pensar que en realidad la política de topes de consumo no es efectiva. El camino correcto debería estar en controlar la velocidad del servicio, durante diferentes horas, de manera tal que durante las horas pico, se establece un tope de velocidad mas bajo, que permita a un número mayor de usuarios navegar la red, y en las demás horas se libera la velocidad para que los grandes consumidores hagan su trabajo.