En los últimos días la apple-esfera ha estado que revienta con las revelaciones de que Apple estaría trabajando en pantallas táctiles para las futuras versiones de sus Macbook, algo que por años la compañía se ha negado a hacer y que, incluso, fue uno de los key drivers para el lanzamiento del iPad.
Esto dijo Jobs, en su momento:
¿Qué ha cambiado? Mucho!
Esta presentación fue de 2010, cuando el iPhone llevaba tan solo 3 años en el mercado y apenas empezábamos a ver el potencial del touch. Desde entonces, y gracias a Microsoft y sus OEMs, hemos visto que los portátiles con pantallas táctiles son útiles (a pesar del ángulo de uso) y hemos visto al iPad madurar para mezclar touch, el lápiz (otro cosa que Jobs negó), el teclado, el trackpad y hasta Siri. Todos funcionando mancomunadamente para ofrecer diversas opciones y experiencias para diferentes casos de uso.
Desde entonces hemos visto, además, cómo la compañía ha venido acercando sus sistemas operativos -especialmente macOS y iPadOS- aunque sus experiencias siguen divergiendo. Incluso, Apple intentó traer al Mac algo del poder de las interacciones táctiles con el Touch Bar, una fabulosa pieza de ingeniería que fue malentendida y que hoy sólo sobrevive en el MacBook Pro de 12″ que, como dije en mi evaluación hace unos meses, sólo tiene un problema.
Pero creo que hay otro factor por el que hace sentido explorar el tema en 2023: es la llegada a la vida adulta de una generación cuyos primeros dispositivos fueron dispositivos touch. Esos jóvenes que nacieron luego de 2004 y para quienes las pantallas táctiles no solo son el común sino que son la norma y para quienes el mouse es un concepto medio extraño.
Esos jóvenes cuyo primer “computador” fue un iPad (o un iPhone) y que ahora ya están entrando a la Universidad y pronto entrarán a la fuerza laboral (y por ende tendrán capacidad adquisitiva) y que no entienden por qué a pesar de ofrecer una experiencia más integrada, segura y sencilla Apple es el único fabricante que no ofrece pantallas táctiles en sus computadores.
Será interesante ver su implementación, no tanto desde el punto de vista del hardware pues ya sabemos que el touch de Apple es mucho más preciso y funcional que el de otros fabricantes sino en temas de software en donde la compañía tendrá -claramente- que repesensar desde el look-and-feel hasta el funcionamiento de macOS.
