Decir que la entrega de resultados financieros de Netflix de ayer fue la más explosiva de la historia es poca cosa. Si no, mire lo que pasó con la acción:
El desplome, de más de 25%, fue el resultado de una mezcla de malas noticias de lo ocurrido en el primer trimestre del año y de un outlook poco positivo de parte de los ejecutivos para este segundo trimestre. Algo que espantó a más de un inversionista y que ha llevado a una disminución de casi 40% en el precio de la acción en lo que va corrido del año.
Pero, ¿Qué pasó?
1 – El crecimiento en los ingresos se estancó.
De niveles de 24% en el primer trimestre del 2021, las ventas han venido creciendo más y más y más lento cada trimestre y este el crecimiento estuvo por debajo del 10%.
2 – Por primera vez en una década (!!) el número de suscriptores se redujo. 200,000 suscriptores cancelaron sus planes entre enero y marzo de este año.
3 – La compañía estima que ese número se multiplicará por 10 (!!!!!) en el trimestre actual, en el cual espera perder cerca de 2 millones de suscriptores a nivel mundial.
4 – Aunque factores como el aumento de la competencia (servicios como HBO Max, Disney+ y Apple TV+ siguen creciendo y ofreciendo planes interesantes para generar más adopción), la inflación e incluso la guerra entre Rusia y Ucrania afectaron el número de suscriptores, hubo una cifra que fue la que más susto parece haber generado. Netflix estima que además de los 220 millones de hogares que pagan por una suscripción existen otros 100 millones de hogares que gozan no pagan por el servicio.
Second, in addition to our 222m paying households, we estimate that Netflix is being shared with over 100m additional households, including over 30m in the UCAN region. Account sharing as a percentage of our paying membership hasn’t changed much over the years, but, coupled with the first factor, means it’s harder to grow membership in many markets – an issue that was obscured by our COVID growth.
Es decir, que 1 de cada 3 personas que ve contenido de la plataforma es pirata!!!! Piratas que van desde padres que comparten con sus hijos que ya no viven con ellos las claves para que accedan al servicio, hasta personas que han comprado credenciales robadas en el dark web, pasando por el tendero de la esquina que vende “Netflix por día” y que reutiliza 10 o 20 cuentas a las que les cambia el password periódicamente para “darle servicio” a sus clientes quienes pagan por usar Netflix un día específico de la semana o el fin de semana.
La compañía, que no prevé un buen Q2, ha dicho que además de ampliar el piloto para permitir subcuentas (pagando) que hoy corre en Costa Rica, Chile y Perú a otras regiones, está explorando controles más estrictos al uso irregular de passwords e, incluso, la introducción de un plan más económico que incluya publicidad, algo que hasta el día d ayer era un sacrilegio tan sólo pensarlo.
