El lenguaje evoluciona constantemente y si hay algo que haya impactado nuestra manera de comunicarnos en los últimos años es el uso – cada vez más popular, común y cotidiano – de los emojis. No en vano la palabra del año para el Oxford Dictionary fue esta: 
.
Los emojis se han apoderado de nuestra forma de escribir, de expresarnos, de compartir, de enviar un mensaje claro, conciso, puntual. Y es que es precisamente eso es lo que hace que los emojis sean tan poderosos y atractivos, especialmente para la generaciones más jóvenes. Nada de rodeos, nada de carreta. Concreto. Así es el mensaje que transmite ese pequeño pictograma. Un mensaje universal, sin barreras de idioma o lenguaje. O no?
Qué sentiría usted si recibiera este mensaje?
“Nos vemos en la biblioteca el martes 
“
Qué haría usted si ve este en el muro de alguien conocido?
“
“
Qué entendería si alguien que lo molesta constantemente le envía este?
“
“
Todo parece indicar que los departamentos de policía de todo el mundo han empezado a tomar en serio los mensajes basados en emojis y han comenzado a actuar sobre los mismos. En el primer ejemplo el Departamento de Policía de Fairfax en Virginia (Estados Unidos) ha presentado cargos contra una estudiante de 12 años por supuestamente amenazar a una de sus compañeras y al colegio en el que estudia con el envío del mensaje en el que se incluyen los pictogramas de una pistola, un cuchillo y una bomba. En el segundo, un joven en Nueva York fue arrestado bajo cargos de amenazas por postear en su muro de Instagram un mensaje en el que se ve a un policía siendo atacado por 3 armas de fuego. Y en último 2 adultos se exponen a 5 años de prisión por el envío de “amenazas claras” a un tercer individuo.
El mensaje es claro:
1) entienda bien el significado de los emojis que utiliza (no, este 
no es el emoji de una torta de chocolate)
2) piense antes de enviar un mensaje con emojis: qué puede entender la persona que lo recibe?
3) entienda que sus mensajes, así no incluyan palabras, pueden ser interpretados de manera diferente y que “todo lo que diga (o escriba) puede ser usado en su contra”.
