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En el peor momento posible (pobre Samsung)

No pudo haber peor momento para que Samsung tuviera que detener sus ventas del Note 7 que ahora

Hace 15 días se lanzó al mercado el que muchos medios especializados han llamado el “mejor smartphone del mercado”. Y es que las especificaciones, el diseño y el funcionamiento del Note 7 son impresionantes (bueno, con algunas excepciones) y convierten al Note 7 en un lanzamiento “explosivo” para la marca. 

El lanzamiento del Note 7 ha sido el más explosivo de la marca 

Si usted ha seguido los lanzamientos de los Note en años anteriores notará que este año Samsung decidió adelantarlo (los años anteriores el IFA fue el escenario escogido) con el fin de alejar su llegada de los anuncios de otros fabricantes, entre ellos Apple. 

La estrategia parece haber funcionado y en menos de 3 semanas se ha conocido que Samsung vendió más de 2.5 millones de unidades de su Note 7 (a pesar de estar disponible en solo ciertos mercados). Lamentablemente la compañía ha tenido que tomar la decisión de suspender las ventas del icónico dispositivo e incluso de recoger las unidades ya vendidas por el riesgo de explosión de sus baterías (aquí está el comunicado oficial). 

El problema nace de cerca de 40 reportes formales de unidades que han explotado cuando se están cargando y aunque 40 es menos del 0.002% del total de unidades vendidas (y menos que los iPhone 6 Plus que fueron afectados en su momento por el llamado #BendGate) Samsung ha tomado la decisión – extremadamente conversadora pero muy valerosa – de detener las ventas y mandar a recoger las unidades ya despachadas.  

El gran problema con la decisión es su timing 

El recall no ha podido llegar en peor momento. El lanzamiento de los nuevos iPhone – dentro de los que sabemos que habrá al menos 1 phablet que compite directamente con el Note 7 – este miércoles que viene (7 de septiembre, tendremos todos los detalles aquí en TECHcetera) pone a Samsung en aprietos, borra la ventana de oportunidad que había creado con el lanzamiento anticipado, le abre una oportunidad a Apple para capitalizar sobre la mala suerte de su competidor (así como lo hizo Samsung con el #BendGate), pondrá a muchos usuarios a dudar sobre si comprar un Note – “Uy! el que explota?) o pasarse al iPhone e incluso permitirá que algunos usuarios que ya compraron el Note por medio de su operador móvil, lo devuelvan y lo cambien por el iPhone. 

A eso habrá que sumarle el impacto económico de la decisión. Haga cuentas fáciles: A Samsung le debe costar cerca de USD 450 producir el Note. Recoger 2.5 Millones unidades es perder USD 1,125 Millones. 1,125 Millones es el 16% de la Utilidad Operacional de la empresa en Q2, un golpe importante para una compañía que luego de 2 años nefastos estaba viendo crecer sus márgenes y su utilidad. 

A todas estas: no le han puesto nombre al suceso aún? #ExplodeGate suena apropiado, o no? 

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