La Privacidad es algo tan etéreo que (a) está en boca de todos, (b) cada persona tiene su propia noción de lo que significa y (c) cada entidad (gobierno, compañía o persona) tiene un entendimiento diferente de hasta dónde llega.
La semana pasada tuve la oportunidad, con mi hijo, de jugar con unas Google Glasses. Este dispositivo, es hoy por hoy la materialización de las tendencias tecnológicas en materia de Wearable Computing y nos muestra cómo será el futuro. Es, también, el foco de las preocupaciones de millones de personas quienes reaccionan de manera extraña ante su presencia. Algunos se tapan la cara, otros huyen, muchos se acercan a preguntar cómo funciona. Algunos negocios han prohibido su uso al interior de sus instalaciones (a pesar de que no están disponibles comercialmente) e incluso conocemos de al menos un caso en que una usuaria fue multada por conducir mientras lo “utilizaba” (si es que tenerlo puesto cuenta como utilizarlo).
Unos días después, recibí mi Galaxy Gear – del cual les contaré la próxima semana – con el cual he ahondado en la experiencia de tener dispositivos que no sólo me permiten estar conectado 100% del tiempo de una manera fácil y sencilla de acceder, sino que me permiten tomar fotografías y videos de lo que me rodea sin que la mayoría se den cuenta.
De poco servirán las normas y política existentes – piense en el letrero en la pared de su banco que dice “prohibido hablar con celular” – ante la avalancha de nuevos dispositivos que nos permitirán documentar en audio, fotos o video todo lo que nos rodea. Cómo es posible garantizar la privacidad cuando no sabemos qué pueden estar grabando aquellos que están con nosotros?
Si, yo sé, es preocupante que el gobierno estadounidense registre y analice todas las llamadas, correos, sms, mensajes y fotos que se envían. Pero es MUCHO más preocupante que la persona que está a su lado en una reunión decida grabar lo que se habla en lo que creemos es una conversación (o actividad) privada.
Durante la semana dos titanes del internet se pronunciaron sobre el tema de la privacidad y la verdad es que no creo que puedan existir dos opiniones más diferentes.
Por un lado Sir Tim Berners Lee, el creador del internet como lo conocemos, arremetió contra los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, por las constantes violaciones a la privacidad de los usuarios de internet y por no hacer suficiente para garantizar y promover un “internet libre”. Es más, calificó sus intentos por desencriptar la información de los servidores de compañías como Apple, Google y Yahoo de “terribles y estúpidas”.
Las declaraciones fueron hechas en la presentación del “Web Index”, un índice que mide la contribución del internet al desarrollo y los derechos humanos a nivel mundial (pueden ver la lista completa acá) y en el cual, entre otros, se mide el nivel de libertad y apertura en el uso de la web al interior de los países. El ranking – sólo de esta variable – de los países latinoamericanos y de otros seleccionados, se muestra a continuación
PAÍS |
POSICIÓN |
LIBERTAD y APERTURA |
Noruega |
1 |
100.0 |
Finlandia |
2 |
95.1 |
Islandia |
3 |
92.2 |
Chile |
22 |
74.0 |
Gran Bretaña |
24 |
73.5 |
Costa Rica |
26 |
72.7 |
Estados Unidos |
27 |
71.0 |
Peru |
29 |
68.6 |
Mexico |
32 |
67.1 |
Brazil |
36 |
63.1 |
Colombia |
40 |
56.4 |
Jamaica |
41 |
54.4 |
Argentina |
43 |
52.2 |
Ecuador |
51 |
46.7 |
Venezuela |
64 |
32.9 |
Egipto |
66 |
28.3 |
Rusia |
67 |
26.5 |
China |
79 |
5.3 |
Chile y Costa Rica lideran la región, inluso por encima de los resultados de Estados Unidos y Gran Bretaña, y claramente el peor es Venezuela derivado de la opresión ejercida por el movimiento bolivariano.
Ahora bien, mientras Berners Lee defendía la privacidad Vint Cerf, uno de los “padres del internet” por su trabajo en la primera versión que existió de la red – conocida como ARPANET – dijo lo siguiente:
“La Privacidad puede ser una Anomalía”
Cerf trabaja en la actualidad como Chief Internet Evangelist en Google en donde se ha destacado por sus predicciones de cómo será el futuro. Las palabras de Cerf, claramente influenciadas por su rol en Google y la manera en cómo esta compañía utiliza la información de sus suscriptores para generar información que le permita vender mejores productos de publicidad y mercadeo a sus anunciantes han abierto una discusión acalorada sobre los orígenes, el status actual y futuro de la privacidad.
Pero tiene razón hasta cierto punto. En su disertación, Cerf puso el ejemplo de crecer en un pueblo pequeño, en el que todo el mundo sabía todo acerca de sus vecinos y extrapoló, y cómo la privacidad no fue aceptada jurídicamente en Estados Unidos sino hasta los año 70.
Teniendo en cuenta cómo la tecnología se ha metido en nuestras vidas y la manera tan natural en que está incorporándose en (por no decir apoderándose de) nuestras actividades diarias, será cada vez más difícil lograr tener niveles privacidad aceptables y será necesario entender que seremos responsables, para bien o para mal, de nuestras palabras y actos en todo momento, porque siempre estaremos siendo “vigilados”