Cada vez son más las tretas vías usadas por algunas de las apps y plataformas para obtener la información de los usuarios y, en ocasiones, van desde el momento mismo de la instalación hasta las posteriores actualizaciones. Aunque las Redes Sociales y las aplicaciones de Mensajería constituyen uno de los inventos más geniales de los últimos tiempos, si no se usan de manera correcta, pueden convertirse en el mayor agujero de seguridad y privacidad de la historia!
Es una realidad que, muchos usuarios suelen instalar las aplicaciones y/o acceder a ellas sin siquiera mirar los permisos que requieren las mismas, pero, la verdad, es algo muy preocupante, dado que en el mundo del internet no todo es lo que parece.
Las aplicaciones de Mensajería
Hablemos del caso puntual de las apps de mensajería que, para muchas compañías, son como la tierra prometida! Un espacio donde coexisten, de manera virtual, rebaños de usuarios que están listos a dejar un rastro digital (metadata) que les permitirá saber cada día más sobre los hábitos de consumo de cada uno, con el fin de incrementar la efectividad de la publicidad ultra personalizada. Por lo mismo, los grandes competidores cada vez plantean escenarios más persuasivos para ir ”amasando” inmensas cantidades de usuarios que, literalmente, crecen como lo hace la masa y la levadura cuando se meten en el horno!
Nadie quiere quedarse sin su pedazo del pastel, por consiguiente, la privacidad que quieren los usuarios, es hoy en día “la piedra en el zapato” de cada gerente y funcionario del equipo de desarrollo de esos grandes jugadores que, hasta el momento, han logrado tener millones de usuarios “chateando” en las diversas apps que proveen la posibilidad de mandar mensajes ” de manera aparentemente gratuita” (no hay nada gratis en esta vida, de algo deben vivir las plataformas a menos que se traten de organizaciones sin ánimo de lucro) al resto del mundo.
¿Por qué tanto alboroto acerca de la privacidad y la seguridad en las apps de Mensajería por estos días?
Generalmente la privacidad y la seguridad van de la mano pero, definitivamente, no son lo mismo! Aunque la mayoría de los chats están diseñados con la seguridad en mente e, incluso, algunos están cifrados de extremo a extremo, eso no quiere decir que todos aborden el tema de la privacidad de la misma forma.
A nivel de seguridad el gran esfuerzo realizado por las plataformas de mensajería está relacionado con tratar de garantizar que los componentes de la infraestructura en de la nube, por la cual viajan los mensajes, se encuentre actualizada y la transmisión de la información no tenga fugas al pasar del emisor al receptor.
Así las cosas, generalmente estas plataformas cifran los mensajes de punto a punto (del emisor al receptor) para que, si alguien llega a interceptar la comunicación en alguna parte de la cadena, no pueda leerla fácilmente (no hay nada impenetrable) de manera simple sin tener el código para descifrarla.
Muchos desconfían de dicho cifrado dado que muchas veces en una conversación o video llamada, se generan un “log” con las acciones del usuario denominado metadata que, le permiten saber a la plataforma un gran cantidad de datos sobre el contexto de la comunicación establecida que, posteriormente, permiten unir los puntos para establecer un perfil especifico en el cual, no se necesita ver el contenido en sí de la conversación para poder agrupar a los consumidores interesados en un producto o servicio especifico.
Así las cosas, la magia de este tipo de perfilamiento super personalizado combinado con métodos de machine learning e inteligencia artificial pueden llevar a que un determinado producto que se haya mencionado en una conversación “privada”, posteriormente aparezca en forma de publicidad en redes sociales y/o persigan al navegante a través de diversos sitios del mundo online en forma de anuncios, sobre todo cuando este ingresa a sitios de eCommerce.
Eso lleva a la dura y fría realidad que indica que, para muchas plataformas el producto es usted (lo venimos diciendo en TECHcetera desde el 2016), por esa sencilla razón, dichas aplicaciones quieren mapear la gran mayoría de las acciones del usuario dentro y fuera del chat (prácticamente la mayoría de las acciones realizadas en los dispositivos).
Por lo mismo, no se le haga extraño que al instalar este tipo de apps, uno de los pasos finales sea pedir el acceso a la navegación, ubicación, conexión (WiFi o Datos), localización, contactos y hasta a las notas asociadas a ellos para recopilar la mayor cantidad de datos suyos y de sus conocidos (no olvide que la empresa que más datos recopila a nivel de apps de mensajería fue la misma que se vio metida en el escándalo de Cambridge Analytica).
Para ilustrar el punto anterior, hace poco hablábamos sobre la metadata recolectada por algunas de las aplicaciones más populares de mensajería en un artículo, con una inocente tabla que ilustraba de manera simple y sencilla el apetito voraz de algunas de esas apps. Para los que no recuerdan tal artículo, aquí está la parte importante del mismo:
Más allá de las apps de Mensajería
La importancia de la privacidad es tal que, más allá del dicho de “no tengo nada que esconder” hay que pensar en las verdaderas implicaciones las actuaciones de algunos agentes que no respetan las políticas de datos (en algunos lugares dicha ley es inexistente), lo cual, está llevando a grandes abusos por parte de las mega corporaciones que, podrían actuar sin proporciones para presionar a los usuarios conectados tal como se muestra en el siguiente video.
Finalmente, si aún le quedan dudas, de la importancia de la privacidad y la huella digital en un mundo conectado, vale la pena ver el siguiente video que sirve para ayudar a entender mejor la unión entre el mudo físico con el digital y el poder que puede tener el discernimiento y las acciones de los usuarios.