Antes de comenzar algunas películas, los estudios suelen desplegar algunos letreros con cláusulas legales que los exoneran de cualquier disputa, así que he decidido en este artículo imitarlos y, por lo mismo, voy a iniciar con mi propia versión del aviso:
“Las marcas, nombres y personajes incluidos en el siguiente artículo son producto de la interpretación del autor y cualquier parecido con la realidad es pura y mera coincidencia”.
En días pasados el personaje principal de la historia que por casualidad se llama igual que el autor, se encontraba en casa de sus familiares cuando de pronto, una tía le comento sobre una de las peores catástrofes de la era digital: “el WhatsApp no le funcionaba para recibir los mensajes entre los cuales se encontraba el video y las fotos de su nuevo sobrino que estaba recién nacido!”.
Esto podía causar todo un problema familiar ya que al revisar la terminal, efectivamente se podía ver la imagen preliminar pero el video no era posible descargar el archivo, aparecía un error! Por lo mismo, el personaje principal intento practicarle los primeros auxilios a la terminal de la manera tradicional:
Actualizando la versión de WhatsApp a la última disponible en la tienda de aplicaciones (en este caso se trataba de Google Play).
Pero lastimosamente no cargaba ni Google Play! El móvil parecía desahuciado (en la mala, en las ultimas, mejor dicho: en la inmunda!). Esto constituía todo un reto y hasta el momento las opciones para la tía del personaje eran las siguientes:
- Actualizar el app (lo cual era imposible sin poder acceder a la tienda de aplicaciones),
- Refrescar la red entrando en modo avión,
- Reiniciar la terminal,
- Hacer reset de la red,
- Reinstalar WhatsApp,
En medio de tanta pensadera y drama, el personaje principal, recordó haber escrito una serie de artículos sobre la diversidad de errores de Google Play. Por los mismo, decidió recurrir a la artillería pesada y al don de la improvisación siguiendo las instrucciones que previamente había escrito:
- Ir al menú de configuración,
- Hacer clic en la pestaña de General,
- Ir al icono de Apps,
- Buscar Google Play Store en la lista y hacer clic sobre ella,
- Forzar la aplicación para que pare de funcionar,
- Borrar el cache del app
Lastimosamente después de eso, WhatsApp seguía sin funcionar y la risa de los demás miembros de la familia no se hizo esperar y al mejor estilo de Les Luthiers, el personaje principal pensó:
“Mi honra está en juego y de aquí no me muevo”,
Aunque inmediatamente recordó que en contados instantes debía ir a una reunión social, así que modifico ligeramente su pensamiento a:
“Mi honra está en juego y toca resolver este problema en los próximos 5 minutos para no llegar tarde”…
Después de tanto pensar simplemente el personaje tomó la terminal y decidió hacer lo que todo ingeniero de sistemas (pese a que la profesión del personaje otra) haría en la misma situación:
“Reiniciar la terminal”.
Festivamente minutos más tarde, el enfermo terminal (el móvil) comenzó a dar visos de estar mejorando: ya permitía entrar nuevamente a Google Play y efectivamente al actualizar el App, los mensajes multimedia de la tía en cuestión empezaron a fluir de nuevo! Pero para evitar que esta difícil situación se volviera a repetir, el personaje principal de la historia terminó remitiendo a todos los lectores al módulo de Preguntas Frecuentes de WhatsApp (por si acaso).
Buena historia…pero un consejo para la persona que publicó esto, “riSa” no es con “Z”
Constanza: riza con z es del verbo rizar. Risa con s es del acto de reir